NASA: alerta por la reactivación de actividad solar

La NASA detectó un inesperado repunte en la actividad del Sol tras décadas de calma y detalló cómo impacta este fenómeno en nuestra tecnología, así como las medidas que podrían toman para protegernos.

18 de septiembre, 2025 | 19.15

Desde 2008, el Sol muestra un aumento progresivo en su actividad, un fenómeno que sorprendió a la comunidad científica y que podría afectar tanto el clima espacial como la tecnología que usamos a diario. La NASA informó que este repunte sucede después de más de tres décadas de descenso constante en la actividad solar, un período que alcanzó un mínimo histórico hace 13 años.

El físico especializado en plasma espacial, Jamie Jasinski, del Jet Propulsion Laboratory, explicó que el Sol está “despertando lentamente” tras lo que se esperaba fuera una fase prolongada de baja actividad. “Todas las señales indicaban que el Sol iba a entrar en una fase prolongada de baja actividad”, señaló Jasinski. “Así que fue una sorpresa ver que esa tendencia se revirtió. El Sol está despertando lentamente”.

El estudio, publicado en Astrophysical Journal Letters, detalla que desde 2008 se detectó un aumento notable en las explosiones de plasma solar y en la intensidad de los campos magnéticos del Sol. Este cambio contrasta con el debilitamiento constante que se vivió entre 1980 y 2008. El Sol funciona en ciclos de aproximadamente 11 años, y actualmente la Tierra atraviesa el Ciclo Solar 25, que comenzó en 2020.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el ciclo anterior fue el más débil en un siglo, lo que llevó a pensar en un “mínimo solar profundo”. Sin embargo, esta hipótesis fue descartada ante las recientes evidencias. “Luego la tendencia decreciente del viento solar terminó”, afirmó Jasinski, destacando que los flujos de plasma y los picos en los campos magnéticos se incrementaron en todo el sistema solar, señal clara de que la actividad solar está en ascenso.

Gráfico de la actividad solar a lo largo de los años elaborado por la NASA.

La NOAA proyecta que el próximo ciclo solar, el Ciclo 26, podría comenzar entre enero de 2029 y diciembre de 2032, aunque aún no existe una estimación precisa sobre cómo será su comportamiento. Esta reactivación del Sol tiene un impacto directo en nuestra vida diaria, ya que las tormentas solares, fulguraciones y eyecciones de masa coronal pueden interferir con satélites, sistemas GPS, redes eléctricas y comunicaciones radiales terrestres.

Los riesgos que implican para la Tierra

La NASA resaltó que “las predicciones del clima espacial son fundamentales para apoyar a las naves y astronautas de la campaña Artemis”, ya que conocer el entorno solar ayuda a minimizar la exposición a la radiación que proviene del Sol. En mayo de 2024, la agencia espacial registró la tormenta geomagnética más intensa en 20 años, que incluyó varias erupciones solares de clase X, la máxima en la escala, y provocó auroras boreales visibles a latitudes mucho más bajas, incluso en el sur de México.

El ingeniero eléctrico David Wallace advirtió sobre los riesgos que esto implica: “los proveedores de internet podrían dejar de operar, lo que provocaría la caída de múltiples sistemas de comunicación. Los sistemas de radio de alta frecuencia, como los enlaces tierra-aire y marítimos, serían interrumpidos”.

Para mejorar la vigilancia del espacio, la NASA anunció el lanzamiento de varias misiones, entre ellas la Sonda de cartografía y aceleración interestelar (IMAP) y el Observatorio Geocorona Carruthers, en colaboración con la NOAA. También se espera la puesta en órbita de la misión SWFO-L1, utilizando cohetes Falcon 9 de SpaceX.

Estas iniciativas complementan el despliegue reciente de los satélites gemelos TRACERS, que estudian cómo el viento solar interactúa con el campo magnético terrestre, fortaleciendo así la capacidad global para anticipar y mitigar los efectos adversos de la actividad solar en aumento.