El jurado popular absolvió a los dos funcionarios que impidieron el ingreso de Pablo Musse, padre de Solange, a la provincia de Córdoba. La joven murió en Alta Gracia en agosto de 2020 mientras atravesaba un cáncer de mama en etapa terminal en medio de la pandemia por coronavirus.
Estaban imputados por los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público. Los acusados fueron José Fernando Andrada, exdirector del hospital de Huinca Renancó y referente del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) local, y Analía Morales, trabajadora social del hospital de Río Cuarto.
Ambos habían llegado al juicio en libertad. La fiscalía de Cámara baja había solicitad un año y seis meses de prisión por ejecución condicional para los dos. Además, había pedido que se declare a Solange Musse y su familia "víctimas de violencia institucional". En tanto, la querella había pedido dos años de prisión condicional y la defensa la absolución.
“Siento bronca y odio, lo mismo que sentí cuando no me dejaron ver a mi hija. Seguimos sin justicia. En la Argentina nunca la hubo, menos ahora”, lamentó Pablo al retirarse de la sala de audiencias. Aseguró que “no esperaba este fallo” y adelantó que apelarán. “Brillemos con mucha fuerza, por Solange. No vamos a bajar los brazos”, expresó
Las acusaciones
El fiscal de la Cámara, Julio Rivero, había pedido que a Andrada sea declarado como "coautor de abuso de autoridad por acción" y a Morales "coautora de abuso de autoridad por omisión impropia". El funcionario había considerado que los familiares de Solange fueron “víctimas de violencia institucional y de un Estado autoritario”.
De acuerdo a la acusación, los imputados desatendieron la directriz según la cual, para estas situaciones “impostergables”, debían escoltar hacia el domicilio de la persona discapacitada o la residencia de la persona que sufría el padecimiento límite.
El caso Solange Musse
En 2020, la Argentina y el mundo atravesaba la pandemia de Covid-19. Pablo Musse viajó desde Plottier, Neuquén, rumbo a Córdoba para acompañar a su hija Solange en sus últimos días de vida, ya que presentaba un estado avanzado de cáncer de mama.
Aunque contaba con los permisos de circulación vigentes, Pablo fue detenido en el control sanitario de Huinca Renancó y lo obligaron a regresar escoltado por patrulleros hasta su ciudad de origen, sin poder detenerse a descansar o comer.
En ese momento, los funcionarios aplicaron de manera estricta el protocolo que exigía un PCR negativo. A Musse se le realizaron test rápidos que luego se revelaron como falsos positivos, pero aun así no le permitieron ingresar a la provincia.
Cinco días después, Solange murió sin poder abrazar a su padre por última vez. En una carta que escribió días antes de su deceso, ella afirmaba que tenía sus derechos "hasta el último día", la cual se viralizó y generó indignación en todo el país.