Alerta en Argentina: aumentaron un 38% los casos de tuberculosis

Fueron detectados 3.500 casos en lo que va del 2025, lo cual representa una suba importante en comparación a los últimos cinco años.

28 de junio, 2025 | 16.11

La tuberculosis volvió a encender las alertas sanitarias en Argentina. Según datos oficiales del Boletín Epidemiológico Nacional correspondientes a las primeras 14 semanas del año, el país atraviesa un escenario inquietante: se detectaron un total de 3.488 nuevos casos de la enfermedad, lo que representa un incremento del 38% respecto de la media de los últimos cinco años, que era de 2.530 casos aproximadamente.

Este repunte marca una tendencia sostenida al alza que preocupa a los especialistas en salud pública, ya que evidencia que las estrategias de control actuales no resultan suficientes para los resultados esperados. Si bien existe la vacuna BCG, que se aplica en recién nacidos, además de otros tratamientos gratuitos disponibles en el sistema público de salud, la enfermedad sigue latente sobre todo en los barrios populares.

La tuberculosis (TB) es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite de persona a persona a través del aire. Afecta generalmente a los pulmones, aunque también puede comprometer otros órganos como los riñones, el cerebro o la columna vertebral. Cabe señalar que no todas las personas infectadas se enferman, ya que hay dos tipos de condiciones: infección latente/inactiva (vive en el cuerpo pero no enferman) o enfermedad activa (se puede curar con antibióticos pero si no se trata, puede ser fatal).

Uno de los puntos críticos que menciona el informe del Ministerio de Salud es la desigualdad en el acceso al diagnóstico y tratamiento. Muchas personas no llegan a recibir atención médica o abandonan los tratamientos por falta de recursos, desconocimiento o barreras estructurales. "Cada ocho horas muere una persona por tuberculosis en Argentina. A pesar de que los tratamientos son gratuitos, no todos pueden acceder a ellos", advirtió el doctor Miguel Pedrola, director científico para América Latina y el Caribe de la AIDS Healthcare Foundation (AHF).

A nivel mundial, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas. En 2022, se cobró la vida de 1,3 millones de personas, incluyendo a 167.000 pacientes que también vivían con VIH. Esta coinfección complica el tratamiento y la recuperación, y es una preocupación constante para las autoridades sanitarias.

La evolución de las enfermedades: las bacterias son más resistentes a los medicamentos 

Uno de los mayores desafíos actuales en el control de la tuberculosis en Argentina y el mundo es la aparición de cepas resistentes a los medicamentos habituales. Esta situación complica seriamente los tratamientos y representa un obstáculo importante para la erradicación de la enfermedad.

La llamada tuberculosis multirresistente (TB-MDR) es aquella que no responde adecuadamente a los medicamentos más utilizados, como la Rifampicina y la Isoniacida. Esta resistencia obliga a los equipos médicos a recurrir a terapias más prolongadas, costosas y con mayores efectos secundarios. En muchos casos, el proceso terapéutico se extiende durante más de un año, con una tasa de éxito significativamente reducida.

A esta problemática se suma otro factor clave: la coinfección con VIH. Las personas que viven con el virus son especialmente vulnerables a desarrollar tuberculosis activa, y si además enfrentan cepas resistentes, las posibilidades de recuperación disminuyen aún más. Según cifras de la OMS, en 2022 la tuberculosis causó 1.3 millones de muertes en todo el mundo, y más de 160.000 de esas víctimas también tenían VIH.

Los médicos especialistas insisten en la importancia del diagnóstico temprano, el cumplimiento estricto de los tratamientos y el seguimiento médico continuo. Reforzar la vigilancia epidemiológica y garantizar el acceso equitativo a los servicios de salud son medidas urgentes para frenar esta amenaza silenciosa que sigue ganando terreno.

Cuáles son los principales síntomas de tuberculosis

Cabe señalar que la mayoría de las personas que tienen dichos gérmenes en el cuerpo no se enferman. En este caso, no existen síntomas ni tampoco la transmisión de la tuberculosis a otros; pero sí debe tomar medicamentos para evitar que la TB se active en el futuro.

En cambio, si la enfermedad está activa, los síntomas dependerán del órgano que se vea afectado por dicha bacteria. Algunos de ellos son:

  • Escalofríos y fiebre
  • Sudores nocturnos
  • Perder peso sin intentarlo
  • Pérdida del apetito
  • Debilidad o fatiga
  • Tos que dura más de tres semanas
  • Tos con sangre o esputo (mucosidad espesa de los pulmones)
  • Dolor en el pecho
     

La tuberculosis se puede diagnosticar con un análisis de sangre o de piel y si dicha prueba da positivo, la persona deberá hacerse una segunda prueba para ver si los gérmenes crecen de manera activa (en este caso, si está en los pulmones, se pueden tomar muestras de su esputo y radiografías del tórax; mientras que si es en otro órgano, muestras de orina o tejidos). En ambos casos -ante un TB activa o inactiva-, el único tratamiento es con antibióticos.