Cómo mejorar el descanso después de los 65: cuatro posturas de yoga recomendadas

Te compartimos cuatro posturas de yoga, que te van a ayudar a descansar mejor.

19 de noviembre, 2025 | 19.09

A medida que vamos creciendo, dormir bien se vuelve cada vez más complicado. Un buen descanso no solo influye en la energía diaria, sino también en el estado de ánimo, la memoria e, incluso, la salud cardiovascular. En este sentido, en personas mayores de 65 años, hacer yoga se volvió en los últimos años una de las actividades más recomendadas para mejorar el sueño, ya que combina movimientos suaves con técnicas de respiración y estiramientos que relajan el sistema nervioso.

A diferencia de otras disciplinas más intensas, el yoga ofrece un enfoque amable para el cuerpo, sin exigir grandes esfuerzos y adaptándose a diferentes niveles de movilidad. Diversos estudios señalan que las posturas de estiramiento lento ayudan a reducir tensiones musculares acumuladas durante el día, una de las causas más frecuentes de insomnio en adultos mayores. Al mismo tiempo, al trabajar la respiración profunda, se favorece un estado de calma que prepara al organismo para un descanso más reparador.

El yoga es un gran aliado para el buen dormir.

Pero más allá de los beneficios generales, como mejorar la flexibilidad y mantener la vitalidad, el yoga puede transformarse en un aliado clave para quienes buscan mejorar la calidad del sueño de forma natural. Practicar algunas posturas antes de ir a la cama, o incluso durante el día, contribuye a liberar rigidez en la columna, disminuir el estrés y relajar zonas que suelen acumular tensión, como cuello, hombros y caderas.

Cuatro posturas de yoga que ayudan a mejorar el descanso después de los 65

Tadasana (postura de la montaña)

Es una de las posiciones más básicas y estables del yoga. Se realiza de pie, con los pies bien apoyados y el cuerpo alineado. Los hombros se llevan suavemente hacia atrás y las rodillas permanecen apenas flexionadas. Su simplicidad la convierte en una opción ideal para quienes recién empiezan. Esta postura favorece la circulación, fortalece la zona lumbar y ayuda a liberar tensiones acumuladas en la columna, lo que contribuye a un descanso más profundo.

Balasana (postura del niño)

De carácter completamente relajante, esta postura se hace de rodillas, llevando el torso hacia adelante y estirando los brazos. Funciona como un “refugio” dentro de la práctica, ya que calma la mente, afloja hombros, caderas y espalda, y resulta especialmente útil para bajar el nivel de estrés o la sensación de agotamiento. Es una excelente opción para realizar antes de dormir.

Vrikshasana (postura del árbol)

Es una postura que trabaja el equilibrio y la concentración. Se ejecuta de pie, apoyando el peso del cuerpo en una pierna mientras la otra se coloca sobre la interna del muslo o la pantorrilla. Los brazos se elevan hacia arriba como si formaran un “árbol”. Aunque requiere algo de práctica, ayuda a mejorar la estabilidad corporal y mental. Esa sensación de foco y serenidad resulta muy beneficiosa para preparar la mente para el descanso.

Marjaryasana (postura del gato)

Se realiza en cuatro apoyos, alternando entre arquear y relajar la espalda. Este movimiento fluido favorece la flexibilidad de la columna y fortalece los músculos dorsales, dos aspectos esenciales para evitar molestias posturales que interrumpen el sueño. Además, su ritmo acompasado actúa como un masaje suave para la espalda, ideal para liberar tensiones antes de acostarse.