Harvard: hábitos para vencer el sedentarismo sin ejercicio intenso

Descubrí cómo incorporar movimiento en tu rutina diaria con consejos fáciles que mejoran la salud y reducen riesgos sin entrenamientos agotadores.

15 de septiembre, 2025 | 18.12

Incorporar más movimiento en la rutina diaria no implica pasar horas en el gimnasio ni usar equipos sofisticados. Según investigaciones de Harvard, existen estrategias sencillas que permiten contrarrestar el sedentarismo y elevar la calidad de vida sin necesidad de realizar ejercicio formal.

El sedentarismo es un problema creciente que afecta la salud pública, vinculado a un aumento en la mortalidad prematura y al deterioro cardiovascular, metabólico y musculoesquelético. Permanecer sentado largos períodos tiene un impacto negativo que no se soluciona con una sola sesión intensa de entrenamiento.

Los estudios de Harvard confirman que extender la inactividad durante el día incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Por eso, es fundamental adoptar métodos prácticos para interrumpir la falta de movimiento con actividad constante a lo largo de la jornada.

Los seis hábitos que recomienda incorporar Harvard

La ciencia destaca que realizar pequeños movimientos frecuentes suma beneficios importantes para reducir los riesgos asociados al sedentarismo. Por eso, Harvard recomienda seis hábitos fáciles que cualquiera puede aplicar para mantenerse activo:

1. Movimiento en pequeñas dosis varias veces al día: Incluso actividades de uno o dos minutos mejoran la salud y la concentración. Pausas cortas de dos a diez minutos, como caminar después de comer o hacer un circuito rápido en casa, generan un efecto acumulativo y sostenido, sin la presión de rutinas largas o extenuantes.

2. Estiramientos y movimientos sencillos durante la jornada: Incorporar ejercicios simples como rolls de hombros, estiramientos de cuello, muñecas y manos, o elevaciones de talón ayuda a mantener el cuerpo activo. Harvard señala que estos movimientos aceleran el metabolismo y mejoran los niveles de azúcar en sangre, ideales para quienes pasan muchas horas frente a la pantalla.

3. Buscar oportunidades cotidianas para moverse: Aprovechar momentos como aparcar más lejos, subir la compra en varias veces o variar el ritmo y dirección al caminar, ayuda a sumar pasos sin alterar la agenda. Cambiar de postura y caminar mientras se atienden llamadas son formas simples de mantenerse activo.

4. Integrar el movimiento en múltiples actividades (“multitarea activa”): Caminar mientras se escucha un audiolibro, estirarse frente a la tele o hacer sentadillas durante pausas laborales son ejemplos fáciles de aplicar. También ayuda usar escritorios de pie o pelotas suizas para variar la carga muscular y evitar posturas prolongadas.

5. Utilizar la hidratación como excusa para moverse: Beber más agua no solo mejora la hidratación, sino que cada viaje para llenar la botella o ir al baño sirve como pausa natural que interrumpe la inactividad y suma movimiento diario.

6. Practicar ejercicio funcional sin equipamiento: Ejercicios con el propio peso corporal, como flexiones contra la pared, fondos de tríceps en la silla, sentadillas o zancadas, son accesibles y efectivos. Harvard destaca que la movilidad y estiramientos pueden realizarse usando objetos cotidianos: la pared, el suelo, la silla o el marco de una puerta.

Estos pequeños cambios pueden generar grandes beneficios. La evidencia recopilada por Harvard y otros centros de investigación indica que moverse de forma regular y variada está al alcance de todos los que quieran modificar sus hábitos sin necesidad de ejercitarse formalmente.