La menopausia es una condición femenina a la cual se llega cuando han pasado más de 12 meses desde la última menstruación. La misma marca el fin de la función ovárica y de la secreción de estrógenos, y trae aparejados diversos cambios tanto físicos como emocionales.
Este cese de la actividad ovárica se da de forma progresiva; es decir, no ocurre de manera brusca y repentina. Por lo que podremos decir que existe un progresivo envejecimiento ovárico que parte desde la primera menstruación.
Resulta fundamental informar acerca de la diferencia que existe entre menopausia y climaterio. Mientras ya hemos definido a qué hace referencia la menopausia, el climaterio es una etapa de la vida de la mujer que se caracteriza principalmente por la pérdida de la capacidad reproductiva. Si bien esta etapa confluye con el cese de la función menstrual -es decir, la menopausia-, lo cierto es que son dos etapas distintas.
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¿Qué cambios atraviesa el cuerpo de la mujer durante estas dos etapas?
Junto con el climaterio, la mujer comienza a experimentar inflamación en la zona abdominal y una dificultad a la hora de querer bajar de peso, esto tiene una explicación hormonal. La progresiva declinación de los estrógenos propia de las etapas mencionadas, incluirán la perdida de estradiol, un estrógeno que ocupa una acción metabólica muy importante y el cual también acciona sobre el apetito y el gasto energético, por lo que, con la perdida de este, será normal que a la persona le cueste más saciarse.
La saciedad no será el único factor relevante con respecto a esto, ya que el gasto energético en reposo también disminuirá, lo que llevará a la mujer a requerir de un mayor esfuerzo en los hábitos alimenticios y en los ejercicios para lograr resultados similares a los pre-menopaúsicos.
Los cambios hormonales hacen que la grasa se deposite más a nivel abdominal, cuando fenotípicamente, la mujer suele tener una distribución grasa más incrementada en el área de las caderas.
Por su parte, los síntomas como sofocos y sudoración nocturna, alteraciones del ciclo menstrual, alteraciones del sueño, aumento de peso, sensación de cansancio constante y disminución del deseo sexual, serán motivo suficiente para realizar una consulta, sin importar la edad.
Asimismo, la alimentación, la actividad física y el descanso cumplen un papel fundamental en la salud hormonal. Por esto mismo, se recomienda que tanto la actividad física como la alimentación, se lleven a cabo mediante planes constantes y sostenibles en el tiempo.
En cuanto al descanso, será importante modificar algunas costumbres, se deberá priorizar estar en un lugar fresco, a oscuras, lo más alejado de la tecnología, en silencio, si es posible el celular apagado o en silencio para que ningún ruido afecte el sueño.
El impacto de la menopausia en las relaciones sexuales
En primer lugar, es fundamental mencionar que cuando hablamos de problemas durante la etapa de la menopausia por sequedad o dolor en las relaciones, estos síntomas son modificables de manera rápida y sencilla. Por esta razón, es vital consultar con un especialista en sexología.
A su vez, es importante saber que no todo pasa por las hormonas, ni todo se modifica con ellas. Si bien esta etapa esta caracterizada por la disminución de la libido y del deseo, esto no significa una perdida total del mismo.
Por último, es relevante decir que la menopausia no marca un final, sino el inicio de una nueva etapa en la que el cuerpo invita a escucharse y cuidarse de otra manera. Acompañada por profesionales y con hábitos saludables, cada mujer puede transitar este proceso con equilibrio, confianza y plenitud.