La planificación familiar es una herramienta clave para que haya embarazos deseados y seguros. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de garantizar el acceso a información y servicios de anticoncepción, salud sexual y reproductiva.
Qué es la Planificación Familiar: en qué consiste
La planificación familiar le permite a las personas tener el número de hijos que desean y en el momento que consideren adecuado, pero para tomar esa decisión es necesario que estén informadas y sean conscientes de cómo evoluciona su fertilidad con el paso del tiempo. “Hablar del tema, informarse y consultar son herramientas fundamentales para decidir con mayor libertad”, remarca el Dr. Juan Ignacio Pérez Fleming, médico especialista en medicina reproductiva de DIM Centros de Salud.
Si una pareja mantiene relaciones sexuales sin protección durante más de 12 meses sin lograr el embarazo, se recomienda consultar a un especialista. En mujeres mayores de 35 años, ese plazo se reduce a seis meses. También es aconsejable hacerlo antes si existen antecedentes médicos, ginecológicos u hormonales relevantes.
En una consulta de fertilidad se evalúa la historia clínica de ambos integrantes de la pareja. En personas con capacidad gestante, se realizan estudios como análisis hormonales (incluida la hormona antimülleriana), ecografía transvaginal con recuento de folículos antrales y estudios de ovulación. Mientras que varones, el estudio básico es el espermograma, que puede complementarse con evaluaciones genéticas, inmunológicas o funcionales según cada caso.
¿Qué tratamientos de fertilidad existen?
En cuanto a los tratamientos disponibles, existen alternativas de baja complejidad como la inducción de ovulación o la inseminación intrauterina; y técnicas de alta complejidad, como la fertilización in vitro (FIV), la ovodonación o la preservación de óvulos y embriones. La elección del tratamiento adecuado depende del diagnóstico, la edad y el proyecto reproductivo de cada persona o pareja.
Todo este recorrido puede generar ansiedad, frustración y una sensación de aislamiento. Por eso los expertos advierten que algo que hay que cuidar es la salud mental de las personas que comienzan esta búsqueda. “La salud emocional es fundamental. El acompañamiento psicológico, la contención y el apoyo son parte esencial del tratamiento”, afirma el Dr. Pérez Fleming.
Y sostiene: “A quienes están transitando este camino, les diría no están solos. Hoy existen múltiples opciones para acompañarlos en el deseo de formar una familia. Buscar ayuda a tiempo es un paso importante y valiente”.
Por qué puede costar concebir: las causas frecuentes de infertilidad
Factores de salud
- En personas con capacidad gestante: las causas más frecuentes de infertilidad incluyen las alteraciones ovulatorias (como el síndrome de ovario poliquístico), endometriosis, problemas en las trompas y baja reserva ovárica.
- En varones: los factores más habituales son alteraciones en la cantidad, movilidad o forma de los espermatozoides, varicocele, infecciones previas o causas hormonales. En muchos casos, la infertilidad puede ser combinada o sin causa aparente (idiopática).
Edad
De acuerdo a los especialistas, es uno de los factores más determinantes. En mujeres, la fertilidad comienza a disminuir a partir de los 30 años y se acelera después de los 35. Esta disminución se debe a la reducción tanto en la cantidad como en la calidad de los óvulos. En varones, el impacto es más gradual, pero también puede afectar la calidad espermática y aumentar el riesgo genético.
Hábitos negativos
Factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico, el sobrepeso o bajo peso extremo, el sedentarismo, la falta de descanso y la exposición a sustancias tóxicas ambientales o laborales pueden reducir la fertilidad de las personas gestantes. En varones, además, el uso de anabólicos también tiene un efecto negativo considerable.