Crisis sanitaria: al menos 47 localidades presentan niveles críticos de arsénico en el agua potable

Un informe reveló que el líquido no es apto para el consumo humano y debe someterse a tratamientos específicos antes de ser distribuido. La salinización, el envejecimiento de las napas y la falta de tratamiento adecuado profundizan la problemática.

09 de noviembre, 2025 | 11.55

La crisis hídrica y ambiental azotan a la provincia de Santa Fe. Un informe del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) ubicó a 47 localidades del territorio que gobierna Maximiliano Pullaro en el nivel 6 de calidad del agua, la categoría más alta de riesgo por presencia de arsénico. Esto significa que el líquido no es apto para el consumo humano y debe someterse a tratamientos específicos antes de ser distribuido.

Esta situación afecta principalmente a municipios del oeste provincial, donde las redes se abastecen de fuentes subterráneas con alto contenido natural de este elemento. En estos casos, los prestadores deben garantizar el suministro seguro mediante plantas de ósmosis inversa o la entrega de bidones y canillas públicas.

Si bien algunas zonas mejoraron gracias a la expansión de los acueductos, el problema continúa siendo estructural. La salinización, el envejecimiento de las napas y la falta de tratamiento adecuado profundizan la problemática sanitaria. 

Las comunidades dependen de controles permanentes para asegurar que el agua tratada cumpla los parámetros exigidos por ley. El límite provincial es de 100 microgramos por litro, aunque el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de apenas 10 microgramos.

Según detalló el medio Noticias Ambientales, el consumo prolongado de agua con arsénico puede provocar arsenicosis crónica, una enfermedad que afecta la piel, el sistema nervioso, los riñones y el hígado. La exposición sostenida también incrementa el riesgo de cáncer de piel, vejiga y pulmón.

En el ambiente, el arsénico altera los suelos, reduce la fertilidad agrícola y contamina los cursos de agua, afectando peces, aves y microorganismos acuáticos. Este impacto se amplifica cuando el elemento se acumula en la cadena alimentaria.

A nivel ecológico, la contaminación por arsénico representa una pérdida silenciosa de biodiversidad. Los ecosistemas ribereños y subterráneos, esenciales para el equilibrio hídrico, se ven alterados por procesos químicos que modifican el pH y la disponibilidad de oxígeno.

Las causas naturales y humanas de la presencia de arsénico

El arsénico es un metaloide presente de forma natural en la corteza terrestre. En zonas áridas o semiáridas, como el centro y oeste santafesino, se acumula en las napas subterráneas a través de procesos geológicos y volcánicos antiguos.

No obstante, la actividad humana puede agravar su concentración. La sobreexplotación de pozos profundos, el uso intensivo de agroquímicos y la ausencia de mantenimiento en las redes de agua facilitan su disolución y distribución.

Las variaciones del nivel freático, las sequías prolongadas y los cambios en la presión del subsuelo también liberan arsénico desde los minerales hacia el agua, transformando una condición natural en una amenaza sanitaria persistente.

Crisis sanitaria en Santa Fe: dónde se detectaron los mayores niveles de contaminación

De acuerdo con la Resolución 042/2024 del Enress, los municipios y comunas con nivel 6 de arsénico en el agua son los siguientes:

Listado completo de localidades afectadas:

  • Alcorta, Arequito, Berabevú, Bernardo de Irigoyen, Bombal, Cañada Rosquín, Carcarañá, Casalegno, Chañar Ladeado, Chovet, Christophersen, Colonia Belgrano, Correa, Cululú, Elisa, Estación Clucellas, Felicia, Hipatía, Hughes, Irigoyen, La Pelada, Labordeboy, Las Petacas, Logroño, Los Molinos, Lucio V. López, Máximo Paz, Murphy, Oliveros.

Además, entre las zonas afectadas se encuentran Pozo Borrado, Progreso, Pueblo Andino, Ricardone (Barrio Monti), San Bernardo, San Gregorio, San José de la Esquina, San Vicente, Sanford, Santa Isabel, Santo Domingo, Sarmiento, Serodino, Soledad, Teodelina, Villa Eloísa, Villa Saralegui y Zenón Pereyra.