Mató a su hijo de tres tiros, se quejó de la condena y la Corte lo consideró "inadmisible": el caso que conmocionó Temperley

Leonardo Palermo recibió una pena de 18 años de prisión por el asesinato de su hijo, que tuvo lugar en su casa de Villa Galicia, partido de Temperley.

02 de septiembre, 2025 | 20.11

El 15 de abril de 2017, Leonardo Palermo, de 70 años, mató a balazos a su hijo José Vicente Palermo, de 35. El hecho ocurrió en la casa del asesino ubicada en Villa Galicia, partido bonaerense de Temperley. Tras la investigación del crimen, el Tribunal Federal en lo Criminal 10 de Lomas de Zamora informó la decisión de un jurado popular de condenar al hombre a 18 años de prisión por homicidio atenuado por las circunstancias extraordinarias del caso.

Sin embargo, tiempo después, la defensa de Palermo rechazó aquella pena y solicitó una apelación ante la Corte Suprema de Justicia. Finalmente, a más de 8 años del asesinato, el tribunal compuesto por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Ricardo Lorenzetti desestimó su pedido, lo consideró "inadmisible" y dejó firme su condena a 18 años de prisión. 

El caso del padre que asesinó de tres tiros a su hijo en Temperley

Según pudo recabar la fiscalía a cargo de Marcela Dimundo, José fue a la casa de su padre y, por alguna razón que Palermo nunca admitió, comenzaron a discutir. A los pocos minutos de haber ingresado a la vivienda, el joven terminó en el piso con tres balazos de un revólver calibre 38. Los vecinos llamaron al 911 y ahí lograron detener a Palermo. El testimonio de uno de los bomberos fue clave. El hombre escuchó que el asesino decía, en referencia a su hijo: ¿todavía no se murió? En efecto, José Vicente falleció a los pocos días en el hospital debido a la gravedad de las heridas. 

Pese a que Leonardo Palermo adujo que quiso defenderse de su hijo ya que, según él, "había llegado drogado y en estado de completa violencia", los investigadores descartaron esa hipótesis de inmediato gracias a la diversas pericias que se realizaron en la escena del crimen. Además, la víctima no tenía antecedentes y, por otra parte, el arma que portaba Palermo no tenía ningún tipo de autorización. 

Al momento del juicio, la fiscalía pidió prisión perpetua para Leonardo Palermo con la pena de homicidio agravado por el vínculo y por la portación ilegal del arma. Pero, por orden del juez Daniel Masini, se le adjudicaron 18 años de cárcel por homicidio atenuado por las circunstancias del hecho. Aquellas circunstancias que redujeron la pena tenían que ver con que tampoco tenía antecedentes y por el buen concepto vecinal que evidentemente tenían de él.