El invierno se acerca y el frío empieza a calar los huesos, así que aquellos que sufren con las bajas temperaturas ya buscan maneras de sobrellevar estos meses sin llevarse una sorpresa con la factura de la luz y el gas. En Suecia, donde los inviernos son realmente crudos, con temperaturas que caen por debajo de los -30°C, encontraron soluciones ingeniosas para mantenerse calentitos sin gastar de más y te compartimos algunos de sus trucos.
Los suecos, enfrentados a este desafío, idearon alternativas creativas para reemplazar las costosas estufas. Al combinar tecnología, buenas prácticas de diseño y hábitos sostenibles, lograron conservar el calor en sus hogares de manera eficiente. El secreto radica en el aislamiento térmico. En muchas casas nórdicas, implementaron el modelo "Passivhaus", que se caracteriza por contar con paredes, techos y pisos super aislados. Estas estructuras son casi herméticas y las ventanas, que poseen triple vidrio, ayudan a mantener la calidez en el interior.
Asimismo, los marcos de las aberturas están diseñadas específicamente para prevenir filtraciones y están fabricados con un material que permite el ingreso de la luz solar mientras retiene el calor en el hogar. Otra opción efectiva en el sistema de calefacción son las bombas de calor, que sustituyen a los radiadores tradicionales. Estos equipos son bastante económicos en consumo y permiten alcanzar temperaturas agradables de más de 20°C sin un gran desembolso.
Además de las innovaciones constructivas, hay algunos hábitos cotidianos que pueden ayudar a reducir el consumo energético. Mantener una temperatura razonable en la calefacción, colocar burletes en puertas y ventanas, o reforzar techos y pisos, son acciones que no solo fomentan el ahorro, sino que también son decisiones acertadas para disfrutar de un invierno cómodo y sin problemas.
Sin frutas ni laxantes: el truco para combatir la constipación
La constipación es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien muchos recurren a laxantes o hacen cambios en su alimentación, cada vez más gente busca alternativas naturales para facilitar la evacuación sin depender de frutas o medicamentos. En ese contexto, hay un truco que puede ayudar con esta problemática.
Una opción que emergió en el último tiempo es un curioso artefacto diseñado para mejorar la postura en el inodoro: el taburete ergonómico. Aunque a primera vista su diseño parece sencillo, estudios científicos evidenciaron que su uso puede hacer una gran diferencia para quienes sufren de constipación crónica o tienen dificultades al defecar.
Este artefacto, conocido popularmente en Estados Unidos como Squatty Potty, funciona modificando el ángulo del recto, lo cual facilita la evacuación de manera más natural. De hecho, se demostró que su uso puede reducir el tiempo que una persona pasa en el inodoro de 113 a 55 segundos, al mismo tiempo que disminuye la sensación de esfuerzo y mejora la apertura del esfínter anal.
Investigaciones realizadas en Japón e Irán respaldaron la eficacia de adoptar una postura en cuclillas. Aunque no todos los médicos lo consideran una solución universal, reconocen que su uso no implica efectos negativos y puede ser beneficioso para aquellos que padecen síntomas frecuentes de constipación.
Su funcionamiento es muy sencillo, solo hay que colocar el taburete frente al inodoro y apoyar los pies sobre él mientras se está sentado. De esta manera, se crea un ángulo de 120° en lugar del tradicional 90°, lo que permite una evacuación más eficiente. Este método resulta especialmente útil para quienes tienen evacuaciones menos de tres veces por semana, experimentan esfuerzo excesivo al defecar o sienten que no logran vaciarse completamente.
Sin embargo, algunos especialistas advirtieron que, aunque este artefacto puede ser útil para ciertos casos de constipación funcional, no soluciona problemas más profundos como dietas deficientes en fibra o la falta de hidratación.