Limpiar la casa con regularidad es clave para mantener un ambiente armonioso y cuidar los muebles. Pero, hay espacios y objetos que requirieron un poco más de atención a la hora de sacar el polvo. Durante los días de frío, por ejemplo, se tiende a estar en casa más tiempo, especialmente en la cama, y eso significa que el colchón acumula más suciedad. Esto se convierte en un verdadero desafío, sobre todo en días de lluvia o temperaturas bajas, ya que es difícil limpiarlo sin mojarlo y dejarlo al sol.
Afortunadamente, hay un truco poco común, de origen japonés, que permite limpiar el colchón sin usar agua. Esto lo hace mucho más fácil para poder volver a usarlo rápidamente, sin esperar horas para secarlo. Aunque hay productos que prometieron una limpieza rápida, es preferible optar por ingredientes naturales para cuidar la vida útil del colchón y evitar químicos que pueden ser dañinos.
Este ingenioso método se basa en el uso de elementos cotidianos y técnicas de ventilación, y ayuda a eliminar ácaros, polvo y olores de forma definitiva, dejando el colchón completamente renovado. Para llevarlo a cabo, solo se necesita un ingrediente que todos tienen en la cocina: la sal gruesa. Este ingrediente actúa como un absorbente natural de humedad y olores. Solo hay que esparcir una capa gruesa de sal sobre el colchón y dejarla actuar durante una hora. Esto permite que la sal absorba efectivamente la humedad y los olores indeseados.
Luego de transcurrida la hora, se reta la sal del colchón, y para hacerlo, se puede utilizar una aspiradora o un cepillo de cerdas suaves. Este simple truco transforma un colchón en un espacio fresco y limpio, listo para volver a disfrutar del descanso.
El truco sueco para calefaccionar tu casa de manera económica
El invierno se acerca y el frío empieza a calar los huesos, así que aquellos que sufren con las bajas temperaturas ya buscan maneras de sobrellevar estos meses sin llevarse una sorpresa con la factura de la luz y el gas. En Suecia, donde los inviernos son realmente crudos, con temperaturas que caen por debajo de los -30°C, encontraron soluciones ingeniosas para mantenerse calentitos sin gastar de más y te compartimos algunos de sus trucos.
Los suecos, enfrentados a este desafío, idearon alternativas creativas para reemplazar las costosas estufas. Al combinar tecnología, buenas prácticas de diseño y hábitos sostenibles, lograron conservar el calor en sus hogares de manera eficiente. El secreto radica en el aislamiento térmico. En muchas casas nórdicas, implementaron el modelo "Passivhaus", que se caracteriza por contar con paredes, techos y pisos super aislados. Estas estructuras son casi herméticas y las ventanas, que poseen triple vidrio, ayudan a mantener la calidez en el interior.
Asimismo, los marcos de las aberturas están diseñadas específicamente para prevenir filtraciones y están fabricados con un material que permite el ingreso de la luz solar mientras retiene el calor en el hogar. Otra opción efectiva en el sistema de calefacción son las bombas de calor, que sustituyen a los radiadores tradicionales. Estos equipos son bastante económicos en consumo y permiten alcanzar temperaturas agradables de más de 20°C sin un gran desembolso.
Además de las innovaciones constructivas, hay algunos hábitos cotidianos que pueden ayudar a reducir el consumo energético. Mantener una temperatura razonable en la calefacción, colocar burletes en puertas y ventanas, o reforzar techos y pisos, son acciones que no solo fomentan el ahorro, sino que también son decisiones acertadas para disfrutar de un invierno cómodo y sin problemas.