Este sábado ocurrió un hecho que conmocionó al partido bonaerense de Moreno, cuando se confirmó que Sebastián Emanuel Yafrate, de 4 años de edad, fue asfixiado por su padrastro mientras su madre trabajaba. El homicida, en un intento por desviar la investigación, aseguró que el niño había sufrido una muerte súbita. Sin embargo, luego de que los médicos comprobaran marcas de violencia en el cuerpo del menor, terminó por confesar el asesinato.
El criminal, identificado como Cristian Deivy Torrico Mendoza, de 30 años, salió de la propiedad del barrio La Gloria, en Cuartel V, cerca de las 10 de la mañana y, según lo que captaron las cámaras de seguridad de la zona, llevaba al niño en brazos, envuelto en una sábana.
Mendoza se habría dirigido, en primera instancia, a la sala de primeros auxilios del barrio 25 de Mayo, situada a unas cuatro cuadras del lugar del hecho. Sin embargo, al llegar, el asesino encontró cerrada la clínica médica, motivo por el cual se trasladó a la parada de colectivo de la esquina de Araucanos y Lamadrid, en dirección al hospital Mariano y Luciano de la Vega.
Cuando finalmente llegó al hospital, el homicida les contó a los médicos de turno que había quedado al cuidado del niño y que este se descompensó de forma inesperada, por lo que los profesionales intentaron reanimarlo sin éxito.
No obstante, tras revisar al menor, saltaron las alarmas de un posible caso de violencia infantil, ya que los médicos detectaron marcas sospechosas en su cuerpo, lo que derivó en un aviso de las autoridades del hospital a la Comisaría Cuartel V de la Policía Bonaerense.
Los testimonios clave del caso
Una vez que se comprobaron las marcas de violencia en el niño fallecido, información fundamental fue brindada por la madre y la abuela de la víctima, quienes destacaron que el hombre era violento con el nene.
Los investigadores aseguraron: "Por los dichos de la mamá y de la abuela del nene se terminó cerrando el perfil: era violento con el niño, pero además era celoso del vínculo que su pareja tenía con el chiquito". Estos serían los primeros indicios que la investigación arrojaría, previo a la confirmación del brutal crimen.
“Cuando empezó a no cerrar la versión que Torrico Mendoza le había dado a los médicos y se lo confrontó, terminó admitiendo que lo asfixió”, agregaron los investigadores del caso. Por su parte, la autopsia realizada al niño terminó por confirmar el crimen perpetrado por Mendoza.
MÁS INFO
El fiscal Soñora considera que el acusado tenía celos de la victima, motivo por el cual ya lo había golpeado en otra ocasión. El fiscal sospecha que el asesinato de Sebastián pudo haber sido realizado para hacer sufrir a su madre, por lo que cree que podría tratarse de un “femicidio transversal”.