El gobierno de Estados Unidos anunció un cambio drástico en su política de emisión de visas para estudiantes internacionales, imponiendo una exigencia sin precedentes: todos los postulantes deberán permitir que los funcionarios consulares accedan a sus perfiles en redes sociales, lo que implica configurar sus cuentas como públicas. Aquellos que no cumplan con esta disposición podrían ser considerados sospechosos de ocultar información relevante para su ingreso al país.
Esta medida impacta directamente en las visas de no inmigrante F, M y J, que están destinadas a estudiantes académicos, personas que cursan formación técnica o vocacional, y participantes de programas de intercambio cultural. Estas visas constituyen autorizaciones temporales para ingresar a Estados Unidos por un motivo específico, sin conferir residencia permanente ni ser un paso hacia la green card. Se conceden por el período que dure el programa académico o profesional del solicitante.
Desde la sede diplomática en Buenos Aires, se emitió un comunicado oficial ratificando la medida, con un mensaje contundente: "Cada visado es una decisión de seguridad nacional. Con vigencia inmediata, todas las personas que soliciten una visa de no inmigrante F, M o J deberán ajustar la configuración de privacidad de todas sus cuentas en redes sociales a 'pública' para facilitar la verificación necesaria para establecer su identidad y admisibilidad a los EE.UU.".
El nuevo requisito generó un fuerte repudio entre diversas organizaciones civiles, que denunciaron un intento de restringir la libertad de expresión. Esta preocupación se acentúa en el contexto del conflicto en Gaza y las crecientes protestas estudiantiles que han tenido lugar en campus universitarios estadounidenses.
El objetivo de las nuevas restricciones para sacar la Visa de Estados Unidos
Según un cable interno del Departamento de Estado difundido por el sitio Politico, los diplomáticos tendrán la tarea de realizar una evaluación minuciosa de la actividad digital de cada aspirante. El objetivo principal es detectar cualquier indicio de hostilidad hacia Estados Unidos, ya sea dirigida contra su gobierno, sus instituciones, sus valores fundacionales o sus ciudadanos. El monitoreo también buscará identificar expresiones de antisemitismo que puedan implicar acoso o incitación a la violencia, así como posibles vínculos con organizaciones terroristas extranjeras.
Un alto funcionario del Departamento de Estado defendió esta estrategia, argumentando que forma parte de una política más amplia destinada a reforzar la seguridad nacional. "Los ciudadanos estadounidenses esperan que su gobierno haga todo lo posible para mantener el país seguro, y eso es exactamente lo que está haciendo la administración Trump todos los días", afirmó. Además, resaltó el papel del secretario de Estado, Marco Rubio, en la implementación de esta política para "modernizar el Departamento" y reforzar la seguridad en los centros de educación superior.
Es importante recordar que, a fines del mes pasado, la administración había suspendido temporalmente la emisión de nuevas visas para estudiantes mientras evaluaba mecanismos más estrictos de control.
En paralelo, también se intensificó el escrutinio sobre solicitantes provenientes de China, especialmente en áreas consideradas sensibles como la investigación en materiales estratégicos o tecnología vinculada a la defensa. Con esta nueva disposición ya en vigencia, los consulados retomarán las entrevistas para emitir visas educativas, pero bajo un sistema de verificación digital notablemente reforzado.