Los adultos mayores se convirtieron en uno de los blancos preferidos de los ciberdelincuentes. En los últimos años, crecieron las estafas que llegan por WhatsApp, correos electrónicos o llamadas que simulan provenir de organismos oficiales, bancos e incluso familiares. Con técnicas cada vez más sofisticadas —incluida la clonación de voz y los deepfakes impulsados por inteligencia artificial—, los atacantes buscan ganar dinero rápido aprovechando vulnerabilidades frecuentes en este grupo.
El motivo es simple: muchos adultos mayores cuentan con ingresos estables, mantienen una confianza generacional en la autoridad y suelen utilizar dispositivos o contraseñas desactualizadas. A eso se suma la soledad o el aislamiento, que facilitan engaños emocionales como estafas románticas o pedidos urgentes de supuestos familiares en problemas. Por todo esto, reforzar los hábitos de ciberseguridad y el acompañamiento familiar es clave para reducir riesgos.
Las estafas digitales más comunes que apuntan a adultos mayores
- Phishing: correos o mensajes que se hacen pasar por bancos, servicios de salud o dependencias del Estado. Incluyen un link que lleva a una web falsa preparada para robar claves, datos personales o información bancaria.
- Soporte técnico trucho: aparecen en búsquedas de Google prometiendo resolver fallas de streaming o telefonía. Le piden al usuario instalar una app que, en realidad, les otorga acceso remoto al dispositivo.
- Estafas románticas: comienzan con un vínculo afectivo que deriva, más tarde, en pedidos de dinero para emergencias inventadas.
- La estafa del “familiar en apuros”: utilizan voces clonadas o audios editados para imitar a un hijo o nieto y presionar por una transferencia urgente.
- Falsas inversiones: ofrecen ganancias rápidas o proyectos milagrosos que resultan ser fraudes.
Cómo prevenir las estafas digitales a adultos mayores
La mejor defensa comienza en casa. Hablar del tema sin culpas ni juicios ayuda a evitar el aislamiento digital y a generar confianza. Explicar cómo operan los estafadores con ejemplos concretos, acordar una palabra clave para validar emergencias familiares o compartir experiencias reales son acciones que pueden marcar la diferencia.
Las 7 medidas de ciberseguridad simples y efectivas para evitar estafas:
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Evitar hacer clic en enlaces recibidos por mail o WhatsApp si no fueron solicitados.
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No descargar apps desde links enviados en chats de “soporte”. Solo usar Google Play Store o Apple Store.
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En WhatsApp, verificar que los organismos oficiales tengan el tilde azul al lado del nombre.
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Crear contraseñas fuertes y distintas para cada cuenta.
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Activar la autenticación de dos factores (2FA).
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Bloquear ventanas emergentes y llamadas automáticas en el celular.
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Usar las protecciones que ofrecen los bancos: límites de transferencia, alertas familiares y doble verificación en operaciones sospechosas.
Con información clara, acompañamiento y pequeñas rutinas de seguridad, los adultos mayores pueden navegar con más tranquilidad y evitar caer en engaños cada vez más frecuentes.
