Las casas rodantes suelen ser sinónimo de comodidad y viajes tranquilos, ideales para recorrer grandes distancias con todas las comodidades de una casa móvil. Sin embargo, un GMC de 1977 llamado “MoHo” desafió esa imagen al convertirse en el motorhome Clase A más rápido de la historia, alcanzando velocidades que pocos podrían imaginar.
La proeza se concretó en 2016 en el emblemático salar de Bonneville, un lugar legendario donde se marcan récords de velocidad desde hace décadas. Allí, este vehículo recreativo se transformó en una auténtica máquina de velocidad, superando los 195 km/h y dejando atrás la idea de que un motorhome es solo para el confort.
Detrás de esta transformación estuvo Britt Palmer, un estadounidense que no quiso conformarse con usar su motorhome solo para viajar. Su meta era clara y ambiciosa: romper el récord mundial de velocidad para su categoría, que desde 2006 lo tenía otro GMC con 165 km/h. Para lograrlo, convocó a Dennis McCarthy, conocido por diseñar autos extremos en la saga Fast & Furious.
El trabajo fue radical. El GMC de 1977 fue desarmado casi por completo y reconstruido con paneles de aluminio y una jaula antivuelco de cromo-molibdeno, similar a los autos de carrera. El interior perdió toda su esencia hogareña: el tablero fue reemplazado por uno artesanal de aluminio con medidores digitales, se colocaron asientos de competición y un sistema de cámaras 360° con monitor. Atrás, las camas y muebles desaparecieron para aligerar el peso.
En cuanto al motor, la modificación más impactante se dio bajo el capó. El vehículo incorporó un Chevrolet RamJet V8 de 502 pulgadas cúbicas con inyección moderna, escape Magnaflow y un sistema de óxido nitroso, generando una potencia impresionante de 700 caballos de fuerza a 6.000 rpm. La transmisión automática TH425 y frenos a disco en tres ejes completaron un paquete pensado para soportar la velocidad y exigencia.
Además, la aerodinámica fue mejorada con líneas suavizadas para reducir la resistencia al viento, aunque sin perder la clásica silueta cuadrada que delata su origen como motorhome. La suspensión neumática también fue reforzada para aguantar la presión de estas velocidades extremas.
La casa rodante se quedó con el récord Guinness
En Bonneville, el “MoHo” aceleró a fondo por la interminable recta blanca y alcanzó 121,5 millas por hora (195,53 km/h), superando por más de 30 km/h el récord anterior. Esta marca lo catapultó directamente al libro Guinness como el motorhome Clase A más veloz del mundo, dejando en claro que con pasión y un poco de locura todo es posible.
Cuando en 2023 su dueño decidió ponerlo a la venta, muchos imaginaron darle una nueva vida, ya sea para convertirlo en un motorhome habitable o incluso en el foodtruck más rápido del planeta.