En la costa oeste de Noruega se está construyendo Rogfast, una obra de ingeniería que promete marcar un antes y un después en la conectividad, el transporte y la infraestructura vial del país. Rogfast será un túnel submarino "más largo y profundo del mundo" destinado a sustituir tramos de la carretera costera E39 que hoy dependen de ferries, mejorando tiempos de viaje, reduciendo las interrupciones por condiciones climáticas y reforzando la integración de regiones separadas por fiordos.
El túnel conectará los municipios de Randaberg y Bokn, atravesando los fiordos bajo el mar. Tendrá una longitud estimada de entre 26 y 27 kilómetros bajo el agua en su tramo más largo, y alcanzará una profundidad máxima de aproximadamente 390-400 metros bajo el nivel del mar.
Por otro lado, se prevé que cuente con dos túneles paralelos con dos carriles cada uno. Rogfast ya fue aprobado por el parlamento noruego, y aunque el proyecto comenzó hacia 2015-2018, su construcción se ha ido reanudando por etapas. La obra está prevista para completarse alrededor de 2033.
Impacto real: ahorro de tiempo, inversión y desafíos técnicos
Uno de los beneficios más concretos de Rogfast será la drástica reducción de los tiempos de viaje. Hoy, la autopista E39 entre ciertos puntos de la costa oeste noruega requiere varios cruces en ferry, lo que implica demoras significativas, especialmente en invierno. Con el túnel, se espera que algunos recorridos que hoy demandan hasta 21 horas se reduzcan a cerca de 35 minutos. Además, se estima que Rogfast movilizará unos 6.000 vehículos diarios, lo que lo convierte en una infraestructura de gran repercusión local.
El costo también es considerable: la inversión estimada está en torno a 1.800-2.000 millones de euros. Noruega financiará aproximadamente un 40% del coste, mientras que el resto se prevé recuperarlo mediante peajes. Los usuarios que transiten por el túnel podrían pagar alrededor de 35 euros por trayecto.
Rogfast no es solo una proeza técnica, sino una apuesta de futuro para Noruega. Al eliminar la dependencia de ferries, mejora la seguridad vial, reduce los costos operativos en transporte y tiene efectos positivos esperados en la reducción de emisiones al acortar trayectos.