¿Sos pesimista? Un estudio científico reveló por qué estas personas son más desarrolladas que los optimistas

Un estudio científico reveló por qué las personas negativas son más singulares que los optimistas: las diferencias en sus cerebros.

23 de julio, 2025 | 14.31

Un reciente estudio científico reveló que las personas pesimistas tienen áreas del cerebro más desarrolladas que las personas optimistas. Mientras los cerebros de los optimistas funcionan todos iguales, los de los pesimistas son muy diferentes el uno del otro, consolidándose como personas más creativas y originales. A pesar de que verle el lado negativo a la vida de manera constante puede ser muy nocivo para la salud, tanto física como mental, lo cierto es que estas personas tienen algunas habilidades superiores a los optimistas.

El equipo, liderado por el Dr. Yanagisawa Kuniaki de la Universidad de Kobe, combinó enfoques de la psicología y la neurociencia, desafiando a 87 personas casadas (con diferentes niveles de optimismo y pesimismo) a imaginar eventos futuros específicos que les ocurrieran a ellos o a su pareja. Mientras tanto, sus cerebros estaban siendo estudiadas dentro de una máquina de resonancia magnética funcional (fMRI). 

El resultado fue sorprendente: los pesimistas demostraron tener mucho más desarrolladas las áreas del cerebro vinculadas a la imaginación y la creatividad. Las fMRI revelaron cuáles fueron las neuronas que se activaban durante el ejercicio y mostraron que las imágenes del corte prefrontal medial de los optimistas eran muy similares entre sí. “Lo más llamativo de este estudio es que la noción abstracta de ‘pensar igual’ se hizo literalmente visible en forma de patrones de actividad cerebral”, explicó Yanagisawa.

Mientras tanto, los cerebros de los pesimistas se veían bastante diferentes el uno del otro cuando se les aplicaba el mismo estímulo, lo cual indica que serían más creativos e imaginativos. Además, otra desventaja para los optimistas es que cuando imaginaban una situación negativa, su cerebro cambiaba drásticamente, mientras que el de los pesimistas se mantenía casi igual. Por ende, los pesimistas corren con la ventaja de que, al esperar siempre lo peor, su cerebro no cambia para mal cuando algo malo sucede.

“Esto significa que las personas más optimistas perciben una clara diferencia entre futuros buenos y malos en su cerebro. Es decir, el optimismo no implica reinterpretar positivamente los eventos negativos, sino que los individuos optimistas procesan los escenarios negativos de forma más abstracta y distante, lo cual mitiga su impacto emocional”, explicó Yanagisawa.

Los beneficios de ser optimista, según la ciencia

Sin embargo, los optimistas también tienen muchos puntos a favor: "Al imaginar eventos positivos, las personas optimistas los visualizan de forma vívida y concreta, lo que refuerza su claridad emocional y su significado”, informaron los autores. Además, hay algo muy positivo en la capacidad de los optimistas para poder pensar casi todos de la misma manera. 

“¿Es ese mecanismo compartido algo con lo que nacen o se construye más tarde, por ejemplo, mediante la experiencia y el diálogo? Creo que comprender cómo surge esta realidad compartida es un paso hacia una sociedad donde las personas se comuniquen mejor", reflexionó el experto. Por otro lado, otros estudios anteriores demostraron que el optimismo mejora la salud y reduce el riesgo de muerte temprana. "Los individuos optimistas son todos parecidos, pero cada individuo menos optimista imagina el futuro a su manera", concluye el estudio.