El Día Mundial del Cheesecake se celebra cada 30 de julio y rinde homenaje a uno de los postres más icónicos de la gastronomía mundial. Buenos Aires se suma a esta celebración con propuestas creativas, clásicas y reversionadas en distintas zonas de la ciudad. A continuación, una selección de seis espacios destacados para probar distintas versiones de cheesecake.
La Boquería: receta casera con base cítrica y frutos rojos
En Palermo, La Boquería fusiona la tradición porteña con la cocina europea, y entre sus destacados aparece el cheesecake de la nonna. Este postre combina una base de lima fresca con un relleno cremoso de queso, azúcar y huevos, cocido a baja temperatura para conservar su textura. Se corona con una salsa de frutos rojos casera a base de frambuesas, moras y arándanos. La propuesta completa se inserta en una carta amplia, con tapas españolas, cortes de carne y minutas clásicas.
El Retorno: presentación clásica y sabor reconfortante
El Retorno ofrece un cheesecake tradicional en porción generosa, con base de galletitas y manteca, y un relleno cremoso cocido lentamente. Se presenta con mermelada de frutos rojos casera elaborada con frambuesas y arándanos. Este postre acompaña una carta centrada en carnes al fuego, milanesas XL y un salad bar para armar platos a medida. Un clásico que mantiene la esencia de la repostería casera.
Puchero: esfera de chocolate con corazón de pistacho y maracuyá
La versión más innovadora llega desde Villa Luro, en la cantina contemporánea Puchero. Su cheesecake se esconde dentro de una esfera de chocolate que se derrite con una lluvia caliente de cacao. El interior revela una base cremosa con pistacho y semillas de maracuyá, combinando intensidad y acidez en un equilibrio perfecto. La puesta en escena y el sabor hacen de este postre una experiencia única.
SushiClub: tres opciones con descuento por el Día Mundial del Cheesecake
SushiClub celebra el Día Mundial del Cheesecake con un 40% de descuento en sus tres versiones. Se puede elegir entre el clásico con masa crocante y frutos rojos; el de dulce de leche, con base Oreo, salsa inglesa de banana y chocolate blanco; y el Suspiro Cake Back, edición limitada con merengue de ron y crema de dulce de leche. Una propuesta variada que acompaña una carta nikkei moderna y sofisticada.
Bilbao: cheesecake en vasito o en croissant caliente
Bilbao, en Palermo, presenta dos versiones fuera de lo común. El Mini Cheesecake en vasito combina un crumble de coco con una crema fría de queso, leche condensada y limón, coronada con frutos rojos en almíbar. La otra opción es el Croissant de Cheesecake, un croissant caliente inyectado con crema de cheesecake tibia, servido con una cucharada de frutos rojos al costado. Dos formas inesperadas de disfrutar los sabores clásicos con un giro moderno.
Siete Mares: cheesecake invertido como cierre de un menú fusión
Este restaurante de cocina fusión ofrece un menú especial por el Día Mundial del Cheesecake, que incluye un postre exclusivo: el cheesecake invertido. Compuesto por queso crema, crema de leche, jugo de naranja y azúcar impalpable, se sirve con crumble de sablé y mix de frutos rojos. El menú de tres pasos se completa con sushi y entradas de estilo japonés, en un entorno elegante y contemporáneo.