Guía de cantinas y bodegones, para comer bien y abundante: 9 lugares de Buenos Aires para salir a comer

Las cantinas porteñas continúan siendo referentes de la cocina tradicional, con platos abundantes y preparaciones caseras.

27 de noviembre, 2025 | 10.17

La escena gastronómica porteña mantiene viva la tradición gracias a cantinas y bodegones que celebran la cocina casera, los platos generosos y las recetas clásicas. En esta guía se repasan nueve espacios donde la abundancia, la calidez y la memoria emotiva conviven con propuestas actuales que también incluyen pastas, carnes, guisos y los infaltables ñoquis.

Arde

En Villa Urquiza, Arde recupera el espíritu del bodegón tradicional con una propuesta que combina carnes a las brasas y platos caseros. La carta reúne clásicos como buñuelos de acelga, tortilla española y milanesas en versiones variadas. También destacan pastas elaboradas artesanalmente, entre ellas fusillis al fierrito, sorrentinos y tallarines acompañados por salsas tradicionales. La cocina suma opciones como vacío a la italiana, albóndigas con puré y risotto de calabaza, además de postres clásicos como flan y budín de pan. Las bebidas incluyen vinos, espumantes y cócteles clásicos.

Las cartas combinan recetas tradicionales con opciones renovadas que incorporan técnicas actuales sin perder el espíritu del bodegón clásico

MN Santa Inés

En La Paternal, MN Santa Inés se consolida como una de las propuestas más personales de la ciudad. Su carta cambia cada cinco semanas y se basa en cocina artesanal: panes, pastas y bebidas elaboradas allí mismo. La combinación entre recetas familiares, viajes e influencias asiáticas crea platos abundantes como el Bun Cha Hanoi, el Pad Gra Pao, las Pakoras mixtas o el intenso Gaeng Panang Gai + Jazmín. También ofrece una Pasta Primavera con agnolotis y una destacada Pavlova Peach Melba para el cierre.

Puchero

Puchero, en Villa Luro, propone una mirada moderna del bodegón. Su carta reúne milanesas generosas, pastas hechas a mano, guisos tradicionales y carnes braseadas. Las opciones para compartir incluyen buñuelos de acelga y una paella de temporada, mientras que la barra ofrece combinados clásicos y vermuts seleccionados. El final se completa con postres como flan mixto, tiramisú o la icónica Copa Puchero.

La Boquería

Ubicada en Palermo, La Boquería fusiona sabores porteños e influencias ibéricas. Su tortilla alta con panceta y mozzarella convive con buñuelos, boquerones, gambas al ajillo, choripán y empanadas fritas. La parrilla ofrece cortes emblemáticos como entraña o ojo de bife, con guarniciones abundantes. También se destacan sus pastas caseras, milanesas, ribs y pesca del día. La propuesta se acompaña con vermut, tinto de verano y sangría.

El Retorno

El Retorno, en Villa Adelina, mantiene viva la esencia del bodegón clásico. Sus milanesas XXL, pastas caseras, parrilladas completas y postres tradicionales conforman una carta amplia y familiar. El ambiente, con salones espaciosos y parrilla a la vista, refuerza una identidad centrada en la comida abundante, los precios accesibles y el encuentro cotidiano.

Mondongo & Coliflor

En Parque Chacabuco, Mondongo & Coliflor rinde homenaje a la cocina argentina con platos que despiertan memoria emotiva. El guiso de mondongo, la tortilla de papa y las milanesas XL conviven con creaciones originales como los sorrentinos de coliflor y la provoleta MyC. Su propuesta se completa con postres tradicionales y una marcada apuesta por ingredientes de pequeños productores.

Los espacios destacan por su ambiente cálido, la abundancia de sus porciones y la vigencia de recetas históricas que atraviesan generaciones

La Capitana

En Almagro, La Capitana recrea la atmósfera de los años 40 y 50 con un homenaje a Eva Perón. Empanadas fritas y al horno, provoleta “La Capitana”, Pastel del General y milanesa a caballo se destacan entre preparaciones que rescatan sabores criollos. La experiencia se completa con postres vintage como el vigilante con boniato y una barra enfocada en vermuts y cócteles clásicos.

Orno

En Palermo, ORNO combina espíritu de bodegón con impronta contemporánea. Su propuesta incluye entradas como empanadas al horno de leña, fainá sticks y montanara. Entre los principales sobresalen la lasagna de espinaca y los gnudis en distintas versiones. Las pizzas, uno de los pilares, se presentan en estilo Detroit o napoletano. El cierre dulce ofrece affogato, zabaglione y panqueque con dulce de leche.

Cantina Recoleta

Cantina Recoleta recupera la esencia porteña con platos artesanales y cocina a la leña. Entre sus destacados aparecen el osobuco con polenta cremosa, las pastas elaboradas a la vista, las focaccias recién horneadas y el pollo a la brasa. También cuenta con pizzas al molde o a la piedra, risottos, guisos y postres caseros. La carta líquida incluye vermut, Aperol Spritz, cerveza y un vino propio pensado para acompañar sus sabores ahumados.