La cantina de Buenos Aires que ofrece platos con horno a leña y se volvió furor: dónde queda

La escena porteña incorpora una nueva cantina que combina tradición, estética clásica y una propuesta culinaria centrada en la cocina a la leña

24 de noviembre, 2025 | 20.47

La escena porteña suma una propuesta que combina tradición, calidez barrial y excelencia en gastronomía. En un entorno donde conviven estética clásica y espíritu contemporáneo, una nueva cantina destaca por su cocina a la leña y por reinterpretar platos icónicos con identidad propia. La ubicación exacta y los detalles de su propuesta se revelan más adelante.

Una propuesta que une tradición y modernidad

Cantina Recoleta irrumpe en la gastronomía porteña con una premisa clara: reunir sabores históricos con técnicas actuales. El corazón del espacio es un imponente horno a leña de dos metros de diámetro, desde donde emergen platos que resignifican clásicos como pastas gratinadas, carnes cocidas lentamente y focaccias recién horneadas. Las pizzas, ya sea al molde o a la piedra, amplían la propuesta con una impronta artesanal que realza la calidad del producto.

La ambientación retoma la nostalgia de las cantinas tradicionales, pero incorpora líneas modernas y una paleta cálida. Los pisos de damero, las mesas de madera y los sillones de cuero en tonos arena generan un entorno acogedor. A esto se suma una barra visible donde se sirven cafés, aperitivos y vinos seleccionados, mientras que los ventanales amplios aportan luz natural y una sensación de amplitud.

Un menú versátil que acompaña cada momento del día con platos artesanales y propuestas estacionales

Menú para todos los momentos del día

La versatilidad es uno de los pilares de esta propuesta que busca acompañar toda la jornada. Por la mañana, la carta ofrece cafés de especialidad y pastelería elaborada con granos seleccionados de Meca Café y El Bohío. A mediodía, la cocina despliega opciones que aprovechan la cocción a la leña: osobuco con polenta cremosa, risotto de calabaza con queso azul, pastel de papa con vacío ahumado o canelones de ricotta y espinaca.

El centro del día también incluye focaccias recién horneadas, minutas tradicionales y platos pensados para una amplia variedad de gustos. Durante la tarde, el café filtrado con refill libre invita a hacer una pausa, antes de dar paso al ritual del vermouth o el aperitivo. En ese tramo aparece el Triolet de cortesía y una barra de montaditos que retoma el espíritu de los sabores al paso.

Con la llegada de la noche, la carta se expande aún más. Las pizzas a la piedra se suman a las pastas artesanales, a las carnes de cocción lenta y a opciones para compartir, como la bandeja de lasagna gratinada o el pollo a la brasa. Los fines de semana se incorporan brunchs y pastas elaboradas a la vista, evocando los almuerzos familiares típicos de la ciudad.

Un espacio diseñado para disfrutar, con ambientación cálida, terraza semitechada y vinos seleccionados

Un espacio diseñado para disfrutar cada detalle

La cantina no solo se destaca por su cocina, sino también por su ambientación. La terraza semitechada, ubicada sobre la avenida y rodeada de plantas, propone un clima relajado para disfrutar de aperitivos al aire libre. Las luces cálidas y la vista a la avenida crean un ambiente que combina lo urbano con la tranquilidad barrial.

En materia de bebidas, la selección incluye vinos especialmente elegidos para acompañar la cocina a la leña. Entre ellos sobresale el Cantina Malbec by Famiglia Banno, una etiqueta exclusiva que realza los sabores intensos de la carta. También se ofrecen cervezas y cócteles clásicos como el Aperol Spritz.