Buenos Aires es reconocida como uno de los polos gastronómicos más importantes del mundo. Desde restaurantes de autor hasta bares con propuestas innovadoras, la ciudad ofrece una experiencia culinaria que atrae tanto a locales como a turistas. En medio de esta amplia oferta, muchos buscan un espacio que reúna buena comida, ambiente y precios accesibles dentro de un menú completo con entrada, plato principal, copa de vino y postre.
En esa búsqueda aparece un lugar que logra destacarse. Se trata de un bar que rescata la esencia de los bodegones porteños con un toque vintage y que, además, ofrece un banquete pensado para disfrutar de principio a fin. Con un menú de $39.000 por persona, este espacio se posiciona como uno de los más completos para comer en Buenos Aires, ideal para quienes buscan un plan distinto y sabroso.
¿Cuál es el bar que ofrece este menú y dónde queda?
El protagonista es Ostende, un bar y bodegón moderno que celebra la nostalgia de los clásicos porteños con una propuesta que invita a compartir la mesa. Ubicado en Virrey Loreto 3303, en el barrio de Colegiales, Ostende se convirtió en un punto de encuentro obligado para quienes disfrutan de platos caseros con un aire costero y de bodegón tradicional.
El miércoles 20 de agosto a partir de las 20 horas, el bar organiza un banquete especial que incluye no solo un recorrido gastronómico, sino también copas de vino seleccionadas por el sommelier Elías Aguilar Ruiz y música en vivo a cargo del músico Juan Pardini. Una experiencia que combina sabores, ambiente y entretenimiento en una misma velada.
Cómo es el menú completo de Ostende
El menú de $39.000 de Ostende incluye entrada, plato principal, copa de vino y postre, pensado para que cada comensal pueda disfrutar de una propuesta integral. La dinámica se inspira en las mesas familiares, con platitos al centro para compartir. Entre las opciones de entrada se destacan los arancinis de cabutia, las rabas y la tradicional paella Ostende, que suele aparecer en ocasiones especiales, junto con un risotto de remolacha cremoso que sorprende por su originalidad.
Para el cierre, los dulceros tendrán su recompensa con una degustación de flanes, un postre clásico porteño que llega en distintas versiones para probar un poco de todo. La experiencia se completa con copas de vino cuidadosamente elegidas para realzar los sabores de cada plato.
Con esta propuesta, Ostende se presenta como un lugar que va más allá de la comida; es un refugio para quienes buscan revivir la calidez de la mesa compartida con un toque de sofisticación. Entre bodegones y bares de Buenos Aires, este espacio de Colegiales logra destacarse como uno de los más completos para comer y vivir una noche diferente.
