Ian Watkins, cantante de Lostprophets y quien alguna vez tuvo una canción en el #1 de Estados Unidos (así como tres millones de discos vendidos en todo el mundo), fue asesinado este último sábado 11 de octubre. El artista galés se encontraba preso desde 2013 al ser encontrado culpable de diferentes delitos sexuales contra menores de suma gravedad y condenado a 29 años, en un caso que en su época tuvo extrema cobertura mediática y que causó indignación por los actos en los cuáles incurrió el líder de la banda, incluyendo un intento de violación a un bebé.
Fue precisamente en la cárcel donde encontró su final: su compañero de celda de la prisión de Wakefield, en el norte de Inglaterra, le asestó la contundente suma de 30 cuchillazos, según reportó AP. "Los servicios de emergencia acudieron al lugar y el hombre fue declarado muerto poco después", manifestó la policía de West Yorkshire en un comunicado.
Por el caso han comparecido dos hombres ante la Justicia: Rashid Gedel, de 25 años; y Samuel Dodsworth, de 43, ambos presidiarios en Wakefield. Lejos de prestar declaración, en la audiencia se limitaron a confirmar tanto sus nombres como su fecha de nacimiento, en lo que será el primero de varios capítulos judiciales en el Juzgado de Primera Instancia de Leeds.
¿Quién era Ian Watkins?
Ian Watkins supo liderar Lostprophets, una banda de rock alternativo que nació en 1997 y alcanzó su cúspide en los 2000. En total lanzaron cinco álbumes de estudio, incluyendo el ya mencionado hit número uno ("Last train home") tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido, así como otros dos sencillos emplazados en el Top 10.
El grupo se disolvió tras la condena de Watkins, con sus exmiembros señalando que desconocían los aberrantes hechos en los que incurrió su cantante principal y que, además de rechazarlo profundamente, los había dejado en estado de shock. Tiempo después, se reunieron bajo un nuevo nombre: "No Devotion". Para aquel proyecto sumaron al vocalista Geoff Rickly, de Thursday.