La Sole cantó junto a dos participante de La Voz Argentina: "Gracias"

La arequitense se presentó en un festival tucumano y compartió escenario con dos participantes de La Voz Argentina. Soledad Pastorutti y sus colegas pusieron sus voces al servicio de un clásico.

21 de septiembre, 2025 | 16.45

Soledad Pastorutti fue parte de la grilla de un festival de folklore desarrollado en la provincia de Tucumán y allí compartió escenario con un dúo que fue parte de La Voz Argentina. La cantante de hits como Tren del Cielo y Lejos de Tí invitó a los Hermanos Olmos para interpretar la icónica Zamba a Monteros.

Enrique y Tomás Olmos eligieron esa misma pieza folklórica para su audición a ciegas en La Voz Argentina, canción popularizada en el siglo pasado por el Trío San Javier. El momento que vivieron Soledad Pastorutti y el mencionado dúo se dio en el Parque Cultural Lules, en la localidad homónima, en la noche del sábado 20 de septiembre. "Gracias, Enrique y Tomás", escribió la artista en sus redes tras el momento vivido.

No es la primera vez que La Sole demuestra su humildad y generosidad hacia los participantes de La Voz Argentina, miembros de ediciones anteriores como Gustavo Corvalán y Sofía Morales fueron sus coristas en todos sus shows durante años. Al mismo tiempo, hace algunas semanas Pastorutti fue noticia por haber invitado a cantar a otro festival a Leandro Colman, quien en su audición a ciegas interpretó el clásico de 1999 de Soledad, Cómo Será.

La cantante incorporó a Colman en su equipo y recientemente ambos compartieron escenario en la Fiesta Nacional del Pomelo, donde cautivaron al público con Salteñita de los Valles.

El día que Soledad Pastorutti despidió a su abuela y emocionó al folklore

"En cada palabra derramo una lágrima. Vale de mi vida, no puedo creer que ya no te tengo, que rápido pasa todo, que injusta se me hace esta despedida… como no agradecer tu hogar de puertas y ventanas abiertas, tu comida multiplicada, tu generosidad siempre y para todos. Nadie podrá reemplazarte nunca, de ahora en mas serás mi abuela eterna, la que me marcó a fuego con amor infinito. Ya no hay camino de tierra en bici hacia tu casa", soltó Soledad hace meses.

Y cerró: "Ya no hay sombra de sauce para el mate dulce junto al abuelo... Ya no hay una mano levantada saludando desde la vereda… No hay domingos de pastas… Nada de eso quedó en Los Molinos y el cielo tiene una roja sonrisa, una herida para quienes lo miramos desde abajo… En este breve adiós agradezco con el alma haberte tenido… deseando volver a encontrarte algún día, sé que así será, voy a extrañarte tanto que hasta en el silencio sentiré tu voz".