La princesa Amalia de Holanda volvió a ser el centro de atención tras su ausencia por un accidente al caerse de su caballo que sufrió el 10 de junio. En la tarde de este miércoles será la primera vez que la joven aparecerá en público desde la operación que le realizaron para reparar la fractura en su brazo.
En este regreso, Amalia acompañará a su padre, el rey Guillermo, en un acto militar que promete ser significativo. Ese día, el rey planificó entregar el nuevo estandarte al Regimiento de Húsares princesa Catalina-Amalia, en el Cuartel Príncipe Bernardo de Amersfoort, donde la hija del rey estará presente.
Durante la ceremonia, se realizará una revista a las tropas y se entregarán las enseñas de los regimientos de Húsares. A pesar de su reciente cirugía, donde todo salió bien en el UMC Utrecht, se especula que Amalia podría estar con el brazo vendado o en cabestrillo.
Por otro lado, sus actividades tuvieron que ser modificadas, y el tradicional posado veraniego que suele hacer con su familia se reprogramó para finales de mes. Sin embargo, sus padres, el rey Guillermo y la reina Máxima, siguieron cumpliendo con sus compromisos.
La Reina Máxima incluso destacó la valentía de su hija en la Cumbre Global del Foro de Bienes de Consumo, mientras que el rey comentó en la inauguración de un nuevo centro de Heineken: "Estamos muy orgullosos de ella".
Amalia, una apasionada de los animales y de la equitación desde pequeña, tuvo que lidiar con diversos incidentes a lo largo de los años. Desde un esguince de tobillo en 2016 hasta el reciente accidente, su amor por los caballos, especialmente por Mojito, siguió siendo uno de sus grandes placeres.
Quedó fuera de la línea de sucesión de la realeza británica y anunció su compromiso
En los próximos meses, se celebrará la boda de Marina Windsor, una integrante de la corona británica que no tiene derecho al trono. La noticia llegó a través de su cuenta oficial de Instagram, donde la exmodelo compartió su alegría por el compromiso con Nico Macauley, un empresario y publicista británico.
Marina, de 32 años, es conocida por su labor filantrópica a través de su propia fundación, luego de haber decidido dejar su carrera en el modelaje. Es hija de George Windsor, conde de St. Andrews, y de Sylvana Tomaselli, y prima del príncipe William, así como de Beatriz y Eugenia de York.
Aunque su relación con la familia real es cercana, su exclusión de la línea de sucesión tiene un trasfondo interesante. La razón por la que no puede aspirar al trono radica en su elección de religión, ya que Marina decidió practicar el catolicismo.
Según las normativas de la Familia Real Británica, los miembros de la línea de sucesión deben estar en conformidad con ciertas restricciones, y la fe católica no es aceptada para quienes pueden aspirar al trono.
Aunque se realizaron algunas modificaciones a lo largo de los años, Marina sigue fuera de la lista de sucesores. Hasta ahora, no se confirmó la fecha de su boda, pero es probable que compartan más detalles a través de sus redes sociales.
Se espera que invite a su familia paterna al evento, siguiendo su tradición de asistir a importantes celebraciones de la realeza, como la boda del príncipe William con Kate Middleton en 2011.