En mayo pasado, el príncipe Harry sorprendió con una frase que reflejó su deseo de acercamiento: “Me encantaría reconciliarme con mi familia. No tiene sentido seguir peleando, la vida es preciosa”. Esta declaración surgió en una entrevista con la BBC tras perder una batalla legal relacionada con su seguridad en Reino Unido, pero hoy parece un anticipo de un posible cambio en la relación con la Casa Real británica.
Después de cinco años de distanciamiento tanto físico como emocional, las conversaciones entre los asesores de Carlos III y los duques de Sussex han dado un giro. En Londres, se celebraron encuentros privados que revelaron una oferta de paz por parte del hijo menor del monarca, lo que abre la puerta a una nueva etapa en la familia más famosa del Reino Unido.
Un hecho que llamó la atención fue la reunión informal en un club londinense, donde Tobyn Andreae, secretario de comunicaciones del Rey, se encontró con Meredith Maines, directora de comunicaciones de los Sussex, quien viajó desde Los Ángeles para el encuentro. También participó Liam Maguire, encargado de las relaciones públicas del matrimonio en Reino Unido. Este encuentro, inesperado y con temas importantes sobre la mesa, fue calificado como "un hito significativo" en el camino hacia la paz.
En un gesto para reducir la brecha y evitar tensiones, Harry propuso compartir con la Casa Real los detalles de su agenda pública. Según informó The Mail on Sunday, esta iniciativa apunta a evitar conflictos de fechas y superposiciones que ya han ocurrido en varias ocasiones y que complicaron la relación.
De hecho, el último episodio de este tipo se produjo este mismo mes, cuando el príncipe viajó a Angola para recorrer lugares vinculados a Diana de Gales poco antes de su muerte. Este viaje, ampliamente cubierto por los medios británicos, eclipsó incluso la celebración del 78 cumpleaños de la reina Camilla.
Dónde y cuándo podría darse la reunión de Harry con la familia real
Harry estaría dispuesto a preparar un planning detallado de sus actividades futuras para compartirlo tanto con el Palacio de Buckingham como con el Palacio de Kensington, es decir, con sus padres y con los príncipes de Gales. Este gesto podría incluso facilitar un encuentro entre los Sussex y otros miembros de la Familia Real, cuya última reunión cara a cara ocurrió en febrero del año pasado, cuando Carlos III recibió un diagnóstico de cáncer.
Desde que se mudaron a California en 2020 con Meghan Markle y su hijo Archie, los duques de Sussex decidieron tomar las riendas de su vida pública y financiera, diseñando una agenda basada en causas propias. Sin embargo, sus apariciones en público fueron a menudo interpretadas como una forma de desafiar a la Corona, pero ahora Harry parece dispuesto a cambiar esa actitud.
"Antes de esa reunión entre sus asesores en Londres, los Sussex disfrutaban, e incluso quizás fomentaban, los conflictos de intereses o los enfrentamientos publicitarios. Ahora, Harry ha adoptado una nueva mentalidad. El tono ahora gira en torno terminar con los conflictos con su familia", señalaron desde fuentes cercanas.
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