Si buscás un budín húmedo, aireado y lleno de sabor, esta receta es ideal. El budín de arándanos con kéfir combina lo mejor de la pastelería casera con un plus nutritivo: el kéfir, que aporta una textura suave y un toque ácido que equilibra perfectamente la dulzura de la fruta. Fácil y rendidor, es la excusa perfecta para compartir en la merienda o el desayuno.
Lo mejor es que no necesitás ser un experto para animarte a prepararlo. Y si no conseguís kéfir, podés reemplazarlo fácilmente por buttermilk casero (una taza de leche con una cucharada de jugo de limón o vinagre, reposada unos minutos). El resultado es igual de esponjoso.
Además, esta receta se adapta a todos los gustos: podés cambiar los arándanos por frutillas, frambuesas o moras; darle un toque crocante con almendras fileteadas; conservarlo en la heladera hasta cuatro días bien envuelto; o incluso freezarlo en porciones para tener siempre a mano algo casero y tentador.
Ingredientes para preparar el budín de arándanos con kéfir
- 200 g de azúcar.
- 200 ml de aceite vegetal.
- 2 huevos.
- 1 cdta de esencia de vainilla.
- 240 g de harina de trigo.
- 12 g de polvo para hornear.
- 110 g de kéfir o buttermilk casero.
- 200 g de arándanos frescos.
- 1 cdta de harina de trigo (para los arándanos).
Preparación paso a paso
- Integrar el azúcar con el aceite en un bowl.
- Agregar los huevos y la esencia de vainilla. Batir hasta lograr una mezcla cremosa.
- Incorporar la harina y el polvo para hornear.
- Añadir el kéfir y batir hasta obtener una textura homogénea.
- Pasar los arándanos por una cucharadita de harina y sumarlos a la mezcla.
- Verter la preparación en un molde enmantecado (rinde dos budines).
- Hornear a 180°C durante 40 minutos o hasta que, al pinchar con un palito, salga limpio.
- Desmoldar caliente y dejar enfriar antes de cortar.