En el último tiempo, un superalimento estuvo llamando la atención de los expertos en alimentación: el kéfir. Parecido al yogur, pero no igual, este probiótico pareciera ser la respuesta a una serie de problemas de salud, relacionados con la flora intestinal, el metabolismo, la glucosa, e, incluso, la depresión, entre otros. Es tal el poder de este alimento que, los expertos sostienen que todavía no se han acabado sus beneficios, es decir, hay muchos más por descubrir.
Qué es el kéfir
El kéfir es un probiótico natural que se obtiene al fermentar leche o agua azucarada con los llamados “gránulos de kéfir”. Estos gránulos no son granos reales, sino colonias de microorganismos envueltas en una matriz de polisacáridos. Existen dos tipos principales:
- Kéfir de leche: se prepara con leche de vaca, cabra u oveja. Tiene textura cremosa y sabor ligeramente ácido.
- Kéfir de agua: apto para personas que no consumen lácteos. Se elabora con agua, azúcar y frutas secas como higos o pasas.
Es importante aclarar que, al consumir kéfir es importante mantener una buena higiene en todos los utensilios y evitar el contacto con metales que puedan oxidarse. Asimismo, la fermentación no debe superar las 48 a 72 horas para evitar una bebida demasiado ácida o con presencia de alcohol en el caso del kéfir de agua.
Otra precaución a tener en cuenta es que, una vez colado, debe conservarse en la heladera y consumirse dentro de los 3 a 5 días. Si es la primera vez que lo tomás, se recomienda empezar con pequeñas cantidades para evitar molestias digestivas. Además, las personas con defensas bajas, embarazadas o con enfermedades intestinales deberían consultar a un profesional de la salud antes de incorporarlo regularmente.
En lo que respecta a sus beneficios, el kéfir mejora la salud digestiva, fortalece el sistema inmunológico y es una excelente fuente de nutrientes. Asimismo, puede ayudar a reducir la presión arterial, la glucosa en sangre, el cortisol por la mañana y, en consecuencia, dar resultados favorables en personas con depresión. Por otro lado, estudios investigan en torno al poder del kéfir como antitumoral, anticancerígeno y antimicrobiano. Por último, gracias a que mejora el metabolismo y sacia el apetito, ayuda a bajar de peso.
Cómo se prepara el kéfir (leche)
Ingredientes
- 1 a 2 cucharadas de gránulos de kéfir.
- 500 ml de leche (pasteurizada y a temperatura ambiente).
Preparación
- Colocar los gránulos en un frasco de vidrio limpio.
- Agregar la leche.
- Cubrir el frasco con una tela o tapa sin cerrar herméticamente (para permitir que respire).
- Dejar fermentar entre 24 y 48 horas a temperatura ambiente, lejos del sol.
- Colar la mezcla con un colador plástico o de acero inoxidable (no de aluminio).
- Guardar la bebida en la heladera y reutilizar los gránulos para una nueva preparación.
Cómo se prepara el kéfir (agua)
Ingredientes
- 2 cucharadas de gránulos de kéfir de agua.
- 1 litro de agua.
- 2 cucharadas de azúcar.
- 1 higo seco, pasas o una rodaja de limón (opcional).
Preparación
- Disolver el azúcar en el agua.
- Agregar los gránulos y, si querés, la fruta seca.
- Tapar con tela o tapa floja. Fermentar 24 a 48 horas.
- Colar, embotellar y refrigerar. Los gránulos pueden volver a usarse.
