En la era del fast food y las tendencias fugaces de TikTok, hay postres que se mantienen inmunes al paso del tiempo. La tarta de Santiago, esa mezcla simple de almendras, huevos, azúcar y ralladura de limón, atraviesa siglos y fronteras sin perder identidad. Es apta para celíacos, húmeda, aromática y, sobre todo, fiel a una tradición que empezó entre monjes y peregrinos medievales.
Hoy, en plena fiebre de recetas virales, este postre gallego vuelve a ganar protagonismo: no solo por su sabor, sino también por la fuerza de su relato. Porque cada bocado conecta con la ruta del Camino de Santiago, con siglos de peregrinación y con la historia de una Europa donde la fe, la gastronomía y la cultura viajaban juntas.
El origen medieval de un símbolo gallego
La tarta de Santiago nació en Galicia, probablemente en el Monasterio de San Pelayo de Antealtares, en Santiago de Compostela. En 1577 aparece registrada como “torta real” en documentos de la época. Más tarde, un confitero local Luis Bartolomé de Leybar la anotó en su cuaderno como “bizcocho de almendras”.
Su nombre actual se vincula al Camino de Santiago, la ruta de peregrinación que aún hoy atrae a miles de personas cada año. La tradición de espolvorearla con azúcar impalpable y marcar en el centro la Cruz de Santiago refuerza el carácter religioso y cultural de este postre, que fue reconocido en 2006 con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) por la Unión Europea.
"Esta tarta te hace sentir en Galicia, aunque estés en un monoambiente con vista a la medianera del vecino", asegura Paulina Cocina, quien compartió la receta en sus redes sociales.
Cómo es la receta original de la tarta de Santiago
La receta oficial no admite trampas: almendras molidas, azúcar, huevos y ralladura de limón. Nada de harina, levadura ni canela. Esa pureza es lo que la hace especial y apta para celíacos.
Ingredientes (8 porciones)
- 250 gramos de almendras molidas.
- 250 gramos de azúcar.
- 5 huevos.
- Ralladura de 1 limón.
- Mantequilla para el molde.
Preparación
- Precalentar el horno a 180°.
- Mezclar almendras y azúcar en un bowl.
- Incorporar los huevos y la ralladura de limón. Integrar bien.
- Untar un molde redondo (22 cm) con manteca. Volcar la mezcla y alisar.
- Hornear 30-35 minutos hasta que quede dorada y firme.
- Dejar enfriar, desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.
Consejos para una tarta de Santiago perfecta
- Usar almendras de calidad, preferentemente molidas en casa.
- Respetar proporciones de almendra y azúcar.
- No agregar leudantes: la textura húmeda y esponjosa es natural.
- Cocinar a baja temperatura para que no se reseque.
- Dejar enfriar antes de desmoldar.
- Guardar en recipiente hermético a temperatura ambiente.