El “mouth taping” o “sellado bucal” es una práctica que consiste en colocar cinta adhesiva sobre los labios antes de dormir, con el objetivo de promover la respiración nasal y evitar la respiración por la boca. Esta tendencia, popularizada en redes sociales como TikTok e Instagram, cuenta con miles de videos donde influencers y celebridades aseguran que puede reducir los ronquidos, mejorar el aliento matutino e incluso aumentar la energía durante el día.
Figuras como la actriz Gwyneth Paltrow o el futbolista Erling Haaland reconocieron utilizar este método, que en muchos casos implica el uso de cintas especialmente diseñadas para dormir. Sin embargo, profesionales de la salud advierten que esta práctica no solo carece de respaldo científico suficiente, sino que también puede representar un riesgo para la salud, especialmente en personas con trastornos respiratorios no diagnosticados.
Qué dice la ciencia sobre el mouth taping
Un estudio publicado en la revista científica PLOS One analizó diez investigaciones sobre el “mouth taping”, abarcando un total de 213 participantes. Aunque dos estudios reportaron mejoras leves en casos de apnea obstructiva del sueño de grado leve, la mayoría no encontró beneficios significativos. De hecho, algunos ensayos señalaron riesgos potenciales.
El Dr. Brian Rotenberg, otorrinolaringólogo canadiense y autor principal del estudio, fue contundente: “Nuestra investigación muestra que taparse la boca durante el sueño es peligroso, especialmente entre aquellos que pueden no ser conscientes de que tienen apnea del sueño”.
Además, muchos pacientes que respiran por la boca lo hacen debido a problemas como congestión nasal crónica, desviación del tabique o rinitis alérgica. En estos casos, sellar la boca puede empeorar el cuadro y aumentar el riesgo de asfixia. “Cuando literalmente te sellás la boca y tu vía aérea ya está parcialmente obstruida, estás bloqueando una de las dos entradas de aire al cuerpo”, advirtió el especialista.
A qué hora es aconsejable dormirse
La inteligencia artificial de Google, Gemini, analizó los patrones de sueño y ritmos circadianos, y remarcó que no existe una única "mejor hora" universal para dormirse. En realidad, la hora ideal para conciliar el sueño varía significativamente de persona a persona y depende de una compleja interacción de factores biológicos, ambientales y de estilo de vida.
Sin embargo, basándose en la comprensión científica del ciclo sueño-vigilia, identificó algunos rangos horarios que suelen ser más beneficiosos para la mayoría de las personas adultas, así como los factores clave que influyen en la determinación de la hora óptima para dormir.
Rangos horarios generalmente recomendados
Para la mayoría de los adultos, un horario de sueño que se alinea con la puesta y la salida del sol tiende a ser más saludable. Esto se debe a que nuestro ritmo circadiano, el reloj biológico interno que regula el ciclo de sueño-vigilia, está fuertemente influenciado por la luz natural.
- Entre las 22 y las 23: este rango horario suele ser considerado óptimo para muchas personas. Permite aprovechar las horas de oscuridad para una producción de melatonina más eficiente (la hormona que induce el sueño) y facilita despertarse con la luz del sol, lo que ayuda a sincronizar el ritmo circadiano. Dormirse dentro de este rango a menudo se asocia con una mejor calidad del sueño y una sensación de descanso más reparadora.
- Entre las 21 y las 24: este rango más amplio abarca las variaciones individuales y las diferentes necesidades de sueño. Algunas personas naturalmente se sienten más somnolientas más temprano, mientras que otras tienen una tendencia a acostarse más tarde.