Cáscara de nuez en las brasas: el truco para llevar los asados al siguiente nivel

El truco definitivo para volver los asados increíbles. Paso por paso, todo lo que hay que saber.

01 de octubre, 2025 | 20.38

Se prende el fuego y se inicia el ritual, con una copa de vino o un vaso de fernet al costado y los Redondos sonando de fondo. Si ya la experiencia es un diez de diez, un truco casero puede llevar a los asados al siguiente nivel. Lo mejor de todo, es que solo se necesita cáscara de nuez.

El truco de la cáscara de nuez en las brasas

El truco consiste en arrojar cáscaras de nuez secas sobre las brasas cuando el fuego ya alcanzó una temperatura estable. Al contacto con el calor, las cáscaras liberan un humo aromático que impregna la carne con matices tostados y ligeramente dulces, muy diferentes a los que genera la madera tradicional. Esto provoca no solo que se intensifique el sabor, sino que también la carne se perfume de un aroma distintivo, que transforma el asado en una experiencia de otro nivel, sin necesidad de marinar la carne durante horas.

La cáscara de nuez aporta un aroma y sabor único a la carne.

La clave está en el momento y la cantidad. Es recomendable esperar a que las brasas estén bien rojas y el fuego uniforme antes de añadir las cáscaras, evitando que se quemen demasiado rápido y generen un sabor amargo. Con unas pocas puñadas repartidas de manera uniforme, se logra un humo sutil que se adhiere a la carne mientras se cocina, realzando los cortes más delicados como el lomo o las mollejas y dando un toque especial incluso a los chorizos y morcillas.

Con este truco se prende el fuego si o sí

Dejando las nueces de lado, uno de los problemas que enfrenta hasta el mejor asador es el de prender el fuego. Existen varios trucos, pero con este que te traemos vas a lograr las mejores brasas. Lo único que tenés que hacer es conseguir un poco de papel de cocina y formar un embudo. Tratá de que la forma te quede lo mejor posible, ya que el siguiente paso que vas a tener que hacer es colocar en su interior aceite.

Con el embudo de papel de cocina y aceite, dirigite hacia la pila de carbón que hayas armado, o de leña, y colocá aquel en el centro. Es fundamental que formes una pirámide y en el centro coloques el embudo, sin permitir que le entre aire por los costados. Por último, tomá un encendedor y prendé el papel. De esta forma vas a conseguir que, incluso el carbón más difícil de prender, haga fuego.