Del silencio expectante a la euforia contenida. Así fue el clima en el auditorio de Pilar donde los obispos argentinos, reunidos en asamblea plenaria, siguieron el anuncio del nuevo Papa. Como si estuvieran frente a una definición por penales, los rostros tensos se transformaron en sonrisas, aplausos y exclamaciones cuando se escuchó el nombre de Robert Prevost, el elegido para suceder a Francisco.
El impacto fue inmediato. La elección de Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV, fue recibida con entusiasmo entre los obispos locales, que destacaron varios aspectos que lo acercan a la sensibilidad latinoamericana. Nacido en Chicago, Prevost posee también nacionalidad peruana, adquirida en 2015 tras largos años de misión en el país andino. Esa experiencia, creen en la Iglesia argentina, le otorga una comprensión directa de los desafíos pastorales y sociales de la región.
En su primer discurso como pontífice, León XIV agradeció expresamente a su antecesor, el papa Francisco, cuyas palabras aún resonaban en los corazones de muchos fieles. “Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre valiente del papa Francisco, que bendecía a Roma”, recordó con emoción. También evocó el último gesto público de Bergoglio: su sorpresiva aparición durante las Pascuas para bendecir a los fieles, apenas un día antes de su fallecimiento. “Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: Dios ama a todos y el mal no prevalecerá”, dijo Prevost, visiblemente conmovido.
Para los obispos argentinos, que se encontraban reunidos viendo el anuncio cual partido de fútbol, fue una gran emoción. Entre gritos y aplausos como quien festeja un gol, su felicidad rige en que ven en León XIV a un pastor constructor de puentes, cercano a la gente y comprometido con la justicia social. Su referencia a los puentes como una necesidad para la Iglesia moderna fue leída como una reafirmación del espíritu reformador de Francisco.
Prevost, de 69 años, no es ajeno al funcionamiento interno del Vaticano. Fue el propio Bergoglio quien lo llevó en 2023 a encabezar el Dicasterio para los Obispos, una de las estructuras más influyentes de la curia, encargada de seleccionar a los nuevos obispos en todo el mundo. Desde ese lugar estratégico, tejió relaciones y afinidades con prelados de todos los continentes, con especial sintonía en América Latina.
Sus palabras en español dedicadas a la diócesis peruana de Chiclayo, que pastoreó durante años, conmovieron a muchos. “Un pueblo fiel acompañado a su obispo, compartió su fe y dio tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”, dijo con voz entrecortada. León XIV es el primer papa nacido en Estados Unidos y el segundo del continente americano. Pero para la Iglesia argentina, es también una figura cercana, de mirada regional y corazón sudamericano.
"León XIV", el nombre del nuevo Papa elegido 2025: por qué se llama así
Este jueves, tras la esperda salida del humo blanco, el Vaticano confirmó a Robert Prevost, de 69 años, como el nuevo papa de la Iglesia con el nombre de León XIV. Luego de varias horas de espera, el Sumo Pontífice estadounidense se presentó en sociedad en la Plaza San Pedro con un atuendo con disimilitudes al que lució el papa Francisco en 2013, cuando el argentino se comprometió como primer papa latinoamericano.
Luego de erigirse como el papa número 267, León XIV apareció en escena ante una multitud que lo esperaba desde hacía horas y que comenzó a delirar con su presencia. Si bien lo más relevante fue su discurso, otro punto que no pasó desapercibido fue su vestimenta y por quién fue presentado.