Los directores de cine Andy y Bárbara Muschietti, responsables de la nueva adaptación de It y de la serie Welcome to Derry, sobre el universo de personajes creados por Stephen King, hablaron sobre la experiencia de haber producido el reciente documental Norita, sobre la recordada Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, y revelaron una inesperada reacción que tuvo Jane Fonda al hablar de la película.
En declaraciones a Variety los hermanos argentinos hablaron de Norita, documental dirigido por Jayson McNamara y Andrea Carbonatto Tortonese que sigue la historia de lucha de Nora Cortiñas ante la desaparición de su hijo durante la última dictadura cívico militar, y revelaron que la legendaria Jane Fonda se sumó como productora ejecutiva. “Jane Fonda se involucró al mismo tiempo que yo, y ¡Dios mío!, creía saberlo todo, pero entonces conocí a esta mujer. Nunca había conocido a nadie como ella. Es una fuerza inagotable e implacable”, sostuvo Bárbara.
“Hicimos una proyección en el Museo de la Tolerancia hace un mes, y ella vino a presentarla, y su discurso me conmovió hasta las lágrimas. Ella entiende que esta película trata sobre Norita, pero también trata sobre la situación actual de Estados Unidos", agregó, remarcando que la diva de Hollywood habría hecho una comparación de la dictadura con el gobierno de Donald Trump. "Entiende que hay una comodidad en ser estadounidense que permite a la gente pensar que cosas como las que aparecen en la película nunca ocurrirán aquí, pero esa no es la realidad. La realidad es que puede ocurrir y la gente tiene que empezar a prestar atención”, cerró.
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Quién fue Nora Cortiñas
Nora Morales de Cortiñas, conocida como Norita Cortiñas, nacida el 22 de marzo de 1930, fue una incansable defensora y militante de los derechos humanos en Argentina, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y posteriormente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Se desempeñó como psicóloga social y profesora en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
Tal como ella relató, su vida cambió para siempre cuando el 15 de abril de 1977 su hijo Gustavo fue detenido, secuestrado y desaparecido en la estación de Castelar, provincia de Buenos Aires. En el momento del secuestro, Gustavo era estudiante universitario y colaboraba con el padre Carlos Mugica en la Villa 31. Tenía 24 años. El 30 de abril de 1977, participó de su primera ronda de Madres, recordó en una entrevista que eran “muy poquitas y todas estábamos atravesadas por el miedo y la angustia mientras averiguábamos por el paradero de nuestros hijos nos íbamos encontrando con mujeres y hombres en la misma situación”. En 1980, comenzaron a usar el pañuelo blanco en la cabeza con el nombre y apellido del familiar desaparecido, bordado por la peregrinación hacia la Basílica de Luján, y desde ese día no se lo quitó más.
Su lucha continuó firme hasta sus 94 años, cuando murió. Su hijo Carlos Gustavo Cortiñas aún permanece desaparecido desde el 15 de abril de 1977 a las nueve menos cuarto de la mañana, momento en el que fue secuestrado.
