“Renacer en rojo”: Meien y el disco que lo acompañó en su transición

Meien presenta su primer disco como artista trans, un viaje íntimo de muerte y renacimiento, que estrenará en vivo el 16 de octubre en Liverpool Bar.

06 de octubre, 2025 | 13.42

La perrita de Meien ladra al fondo de la entrevista. Él se disculpa, la acaricia, la calma. Es una escena mínima, pero también una postal íntima de este presente: el artista está aprendiendo a habitarse de nuevo. Entre mates, cuadernos escritos a mano y el eco de un disco recién lanzado, Meien habla con la intensidad de quien sabe que su vida dio un giro irreversible.

Hasta hace un año, el mundo lo conocía como Melanie Williams. Hoy, bajo el nombre que nació en un retiro en Córdoba, presenta su primer disco con identidad trans. Un trabajo que no solo lo desnudó como artista multiinstrumentista obsesivo y exigente, sino que lo acompañó en un viaje de muerte y renacimiento. “Yo no sabía que este iba a ser el disco de mi transición”, confiesa.

Durante años, Meien fue puro vértigo: shows sin descanso, colaboraciones, giras. Hasta que se detuvo. “Me permití parar. Sentí que no podía transicionar si seguía en la misma velocidad. Tenía que bajar del escenario para poder habitarme como quien realmente soy”. Ese silencio fue el germen de todo.

Con Dylan Lerner como productor, el proceso se volvió un ring creativo. “Yo sé que soy complicado para trabajar: tengo una idea y no me la sacás de la cabeza. Pero con Dylan fue distinto: era probar la tuya, probar la mía, y que gane la mejor idea”. Así nació Puerta Sombra, single que abre el disco, grabado en una sola sesión con tomas tan crudas como irrepetibles.

El álbum está atravesado por esa búsqueda visceral: guitarras que rugen, sintetizadores que abren climas hipnóticos, letras que hablan de duelo, identidad y liberación. Cada canción es un capítulo de esa transformación. “Hay temas que escucho hoy y digo: era yo hablándome a mí mismo, avisándome que venía un cambio. Es un disco que me ganó de mano”, explica.

Meien junto a Marilina Bertoldi en el videoclip de "Decilo".

El nombre, la muerte y el renacer

El álbum empezó antes que Meien supiera quién era. Las canciones hablaban de transformarse, de dejar morir para volver a nacer. Él todavía no lo entendía. “Yo lloraba mi propia muerte. La muerte de Mel. Es feo decirlo así, pero fue un duelo. No sabía quién era, no tenía nombre. Hasta que apareció Meien. No lo pensé: me salió escrito en un cuaderno, como dictado”.

Ese bautismo quedó plasmado también en lo visual: el rojo de la sangre, la piel nueva, el videoclip de Decilo con Marilina Bertoldi que lo sumerge en un renacer comunitario. “El poder de lo colectivo fue todo. Mis amigos, mis afectos, artistas increíbles que me acompañaron. No tenía un sello millonario, pero sí un entorno que me sostuvo con amor y creatividad”.

El miedo y la libertad

¿Tuvo miedo? Sí, mucho. “De mi familia, de mis amigos, de mis seguidores, de mi sello. Pensaba que podía perder todo. Pero llegó un momento en que tuve que soltar. Si esta es mi vida, ¿cómo no la voy a vivir como quiero? Mañana todos nos vamos a morir. Yo no iba a desperdiciar la oportunidad de ser quien quería ser por pensar en cómo me ven los demás”.

Hoy, cuando alguien lo llama Meien, siente el pulso de una vida nueva. El disco se volvió ese registro íntimo, casi involuntario, de una transición que se transformó en obra. Y como en las mejores historias, la música estuvo ahí: sosteniendo, empujando, bautizando.

El próximo 16 de octubre en Liverpool Bar, Meien presentará este álbum por primera vez en vivo, rodeado de las canciones que lo vieron renacer y de la comunidad que lo sostuvo en el proceso. Será más que un show: una celebración de identidad y música. "Todavía no puedo creer haberme transformado tanto en una misma vida”, dice. Y sonríe.