Cuando Taylor Swift lanzó Evermore en diciembre de 2020, lo presentó como el “álbum hermano” de Folklore. Pero la canción homónima, interpretada junto a Bon Iver, no fue un simple cierre: es un manifiesto artístico que desnuda la fragilidad emocional de una artista que, a la vez, se muestra más sólida que nunca.
La pieza explora la sensación de estar atrapada en un ciclo de desesperanza, un estado mental que muchas veces parece eterno, pero que termina transformándose en una lección de resistencia. En tiempos de pandemia, aislamiento y crisis global, el tema resonó como un susurro colectivo: la certeza de que incluso la tristeza más honda puede encontrar un cauce.
El trasfondo lírico: de la oscuridad a la aceptación
De acuerdo al análisis del sitio especializado El Rincón de Taylor, la letra de Evermore refleja un proceso de depresión profunda. Swift canta sobre “estar en el piso” y creer que ese dolor nunca terminará. Sin embargo, hacia el final, emerge una revelación: la angustia, aunque interminable en apariencia, también puede transformarse y abrir un horizonte distinto.
El diálogo con Justin Vernon (Bon Iver) no es casual. Su voz grave contrasta con la de Swift y aporta un eco casi existencial, como si fuera el recordatorio de una conciencia sombría que termina cediendo a la posibilidad de cambio. El resultado es una narrativa dual: lucha interna y reconciliación con la idea de que el dolor no es infinito.
El espejo de una generación
La crítica cultural encontró en Evermore un himno silencioso de la pandemia. No habla solo de la recuperación de Swift luego de afrontar una depresión en 2016, sino que habla de millones de jóvenes que atravesaron ese padecimiento. A diferencia de sus discos pop anteriores, la artista encontró en Folklore y Evermore un terreno donde la introspección se volvió política: narrar la vulnerabilidad en un momento global de crisis fue, en sí mismo, un gesto de resistencia. No es casual que estas producciones hayan sido leídas como un viraje literario, casi novelístico, dentro de su obra.
¿Por qué Taylor Swift volvió a grabar sus canciones?
Lo que comenzó como un conflicto legal con su ex mánager Scooter Braun, para Swift fue una oportunidad. Desde el 2020, la artista estadounidense ha vuelto a grabar sus primeros álbumes para recuperar sus masters. Hasta ahora, Taylor ha vuelto a grabar cuatro de los primeros seis de los que perdió los derechos: Fearless, Red, Speak Now y 1989. Además con el correr de los años sumó a su discografía otros cinco, Lover, Folklore, Evermore, Midnights y su último lanzamiento The Tortured Poets Department.
El productor que compró en 2019 por 300 millones de dólares el sello discográfico Big Machine Label Group a Scott Borchetta propietario, en ese momento, de los masters de las canciones de Swift. Es decir que Braun adquirió los derechos de las versiones originales de las canciones, aquellas de las que se hacen después todas las copias para distribuir en las plataformas.
Poco después, la cantante dijo en una entrevista en la CBS que desconocía esta operación. “Lo supe por la prensa, no lo sospeché. Sé que acabaría vendiendo mi música, pero no podía creerme a quién se la acabó vendiendo porque tuvimos conversaciones interminables sobre Braun. Resulta que él [Borchetta] tenía 300 millones de razones para olvidar esas conversaciones”, aseguró.
Incluso, los masters volvieron a venderlos por segunda vez sin ella saberlo, como denunció en 2020, a otra firma con la que se negó a trabajar porque supondría que Braun seguiría obteniendo “beneficios económicos” de su música. El conflicto de Swift con Braun escaló más allá de la música, la cantante dijo que el manager la había acosado, lo tildó de “matón incesante y manipulador”, y lo acusó de haber estado detrás de algunos de los episodios reconocidos en su contra como la filtración de su llamada a Kim Kardashian o el vídeo de Kanye West en el que simulaban el desnudo de Swift.
Lo cierto es que la artista todavía mantenía los derechos sobre las letras y las composiciones de las canciones, lo cual le permitía volver a grabar todos sus temas y publicarlos. Y eso hizo. Incluso alcanzó los primeros rankings y logró desplazar del mercado y de las plataformas de streaming a sus antiguos discos. En ese sentido, decidió dejar que sus fan elijan entre escuchar aquellos álbumes que todavía la dan regalías a Braun y aquellos que regrabó con la ‘Taylor’s Version’, las swifties la acompañan y solo escuchan las nuevas versiones.