La Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET) publicó un balance del cierre de la temporada teatral de CABA 2025 y se registra un leve repunte de asistencia a las salas, a pesar de que aún no se llega a equiparar con los 2,8 millones de espectadores del 2023. Los números oficiales, la palabra del presidente de AADET Sebastián Blutrach, los desafíos de hacer teatro en la actualidad, el diálogo actores-streamers y los primeros esbozos de lo que será la temporada comercial de la Ciudad durante el 2026.
Según un análisis publicado por AADET, en base al acumulado de enero a octubre en los teatros de CABA, se determinó una recuperación leve de espectadores en octubre, con un crecimiento del +3% en la cantidad de espectadores respecto del mismo mes de 2024, "revirtiendo parcialmente la merma observada en septiembre". Los empresarios apuntan a estrategias jugadas para mantener números y construir nuevos públicos: artistas populares de renombre y larga trayectoria como Julio Chávez o Moria Casán conviven en las salas con streamers y figuras salidas de las redes sociales, sin recorrido en las tablas pero con hambre de reconocimiento y un alcance impresionante.
La increíble oferta de obras -el tanque Rocky (con más de un millón de tickets vendidos, funciones de jueves a domingos y entradas de hasta $70.000), La Ballena, La Sirenita, Pretty Woman, El Jefe del Jefe, Cuestión de Género y La última sesión de Freud, por citar solo algunas- convocó a miles de argentinos a las salas a encontrarse con sus artistas favoritos y contribuyó a reavivar la esperanza de un sector golpeado por las políticas de desfinanciamiento estatal (la lucha del año fue para evitar el cierre del Instituto Nacional del Teatro, espacio histórico de fomento a artistas y proyectos) impulsadas por Javier Milei. Pese a los embates, la actividad parece fortificarse año a año con espectáculos de alta producción que nadie quiere perderse y que vienen acompañados por infaltables descuentos en entradas, con los que empresarios se aseguran las salas llenas a expensas de una menor recaudación.
Si bien el índice publicado es favorable y los números se mantienen equiparados a los del 2024 (cuando se registraron 2,5 millones espectadores anuales de teatro en CABA), la asistencia aún se mantiene un -12% por debajo del 2023. Antes de la pandemia, el mejor año de la actividad teatral de los últimos 10 años fue el 2017 hasta que en abril del 2018 -cuando Mauricio Macri acudió al Fondo Monetario Internacional y se produjo una fuerte crisis económica que azotó al consumo- los números empezaron a bajar. “El teatro comercial es lo que mejor puede medir el consumo de la clase media, suele ser una medición muy exacta de cómo está la clase media”, precisó Sebastián Blutrach en diálogo con El Destape sobre el balance anual de espectadores y sus vaivenes históricos.
También, AADET registró que durante el 2025 el volumen de funciones cayó -8% en el acumulado interanual, con un promedio de 14 funciones por título, frente a 17 en el mismo período del año pasado. "Poco más de la mitad de los espectadores de octubre se concentró en 10 producciones (sobre un total de 158 espectáculos), que reunieron el 61% de la recaudación total, consolidando la fuerte concentración del público en títulos de alta convocatoria", remarcan en su análisis. Pese al recorte de funciones, se registraron 584 producciones (entre estrenos y reestrenos), el nivel más alto de los últimos siete años y un crecimiento del +8% frente a 2024. La gente elige minuciosamente qué ir a ver y, por lo general, el criterio de selección es básico y salen ganando los artistas más "pochocleros" del momento (si aparecen regularmente en televisión o stream hay más probabilidades de éxito) y las propuestas más ostentosas. La gente quiere show.
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Teatro para streamers y un empobrecimiento de las obras de texto en la escena comercial
La Avenida Corrientes se ilumina y las marquesinas de los teatros se ofrecen vistosas a curiosos transeúntes y turista que buscan un rato de disfrute y acción real. Pero entre las grandes estrellas también empiezan a colarse figuras del stream que buscan su lugar en el stand-up o en las comedias ligeras de poca elaboración artística, aunque de un éxito arrollador. Es un fenómeno interesante de la post pandemia. “Los mismos escenarios que contabilizan público de teatro son dónde se presentan también los Rebord y los Baby Etchecopar", reflexiona el productor teatral Blutrach, antes de apuntar que la aparición de estos jóvenes que buscan su rumbo en el sector "quitan un escenario, pero no le quitan espacio a los actores".
Según Blutrach, quien lleva con éxito la dirección del Teatro Picadero -donde confluyen obras comerciales e independientes, con una muy buena curaduría- la llegada de los streamers al teatro se debe a que "hay una crisis en el teatro de texto", pero no en materia de espectadores que eligen "pagar entradas caras" para ver estas figuras. “En 2011 en Avenida Corrientes había obras de Tennesse Williams en la cartelera comercial; eso hoy no lo vas a ver ni en pedo. Ese espacio lo termina ocupando el teatro independiente”, sumó quien prepara para el 2026 una trasposición teatral de la novela de Nick Hornby (el autor de Alta Fidelidad, que se llevó al cine en el 2000 con protagónico de John Cusack) El estado de la unión: un matrimonio en diez partes, con Eleonora Wexler y Gonzalo Heredia, bajo la dirección de Andrea Garrote, para estrenar en su sala.
Los primeros vistazos de los grandes espectáculos que se perfilan para el 2026 tendrán artistas salidos de las redes o la televisión, siguiendo así con la nueva forma de consumo de teatro que tienen los jóvenes que se acercan a las salas comerciales. La temporada 2026 abrirá con la comedia musical Mrs Doubtfire, con el actor Martín "Campi" Campilongo en el simpático personaje que inmortalizó Robin Williams en el cine y a él lo acompañarán, en roles co-protagonista y de reparto, dos artistas surgidos de las redes: la comediante Dani "La Chepi" y el streamer cordobés Pablo Albella. Otro caso que resonó en las últimas semanas fue la adaptación de Hairspray, clásico musical basado en la película de John Waters, que tendrá al pastelero y jurado de MasterChef Damián Betular en el rol de Edna Turnblad (personaje que en teatro brilló de la mano de grandes de la actuación como Enrique Pinti y Harvey Fierstein, autor de La Jaula de las Locas), con producción de OLGA y dirección de Fernando Dente. Clima de época.
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Entradas caras, un futuro de crecimiento en dudas y el compromiso social de algunas teatros
Ir al teatro comercial en CABA no es barato y no todos pueden pagar entradas que van desde los $30.000 hasta $70.000 (valores actuales que posiblemente se remarcarán una vez comenzada la temporada 2026). A sabiendas de ello no son pocas las ofertas, ventas de anticipadas y cuotas sin interés que ofrecen los bancos, así como la muy celebrada acción de fomento de AADET Vení al Teatro, que se hace con gran acogida del público cada mes de octubre y que tiene a los productores de los mayores éxitos de la Avenida Corrientes ofreciendo entradas con importantes descuentos. “Todavía no cerramos números, pero tenemos en claro que este fue el año de mayor venta de tickets”, deslizó Sebastián Blutrach sobre la edición 2025 que reunió colas de gente en el puesto Tickets BsAs, a pocos metros del Obelisco.
Uno de los casos más destacables de "cuidar el bolsillo" de los teatreros es, justamente, el que se lleva adelante en el Picadero desde hace algunos años, en acciones para la comunidad con cupos de entradas mensuales a menos del 50% de su valor real. "Yo creo que la sociedad está partida y a mí me interesa ir hacia la fidelización del público. Si hay alguien que no puede pagar una entrada, no lo echo del teatro sino que lo sostengo porque en algún momento se va a recuperar y volverá a pagar la entrada plena. Si yo no contengo a esas personas, las pierdo y se van”, aseguró el productor defendiendo los lineamientos ideológicos de su iniciativa.
El fuerte salto inflacionario en Argentina entre 2024 y 2025 se refleja con claridad en los precios del teatro comercial: mientras en 2024 las entradas más baratas rondaban aproximadamente los $12.000 y las más caras llegaban a $45.000, un año después los valores base treparon a $30.000 y los tickets de mayor categoría alcanzaron los $70.000. Este encarecimiento no solo evidencia la pérdida del poder adquisitivo del público, sino también el impacto de los mayores costos de producción, alquileres y salarios dentro del sector teatral, que lleva a remarcar tarifas. De un año a otro, el ajuste en las entradas de teatro más económicas fue de un 150% mientras que en las más caras fue de un 55%.
El 2026 será un año de sorpresas y regresos en la escena comercial -desde Guillermo Francella protagonizando la comedia dramática Desde el jardín hasta la promesa de grandes producciones musicales con Florencia Peña y Agustín "Rada" Aristarain (quien será Willy Wonka en el musical Charlie y la fábrica de chocolate), en platos fuertes que seguro darán que hablar- y solo resta saber si los espectadores argentinos acompañarán, factor que podría (o no) estar condicionado por la fragilidad político-económica de Argentina.
