Miguel Russo campeón de la Copa Libertadores con Boca: así tocó el cielo con las manos

El entrenador de Boca, que falleció este miércoles, fue el director técnico que condujo a Boca en su último título de la Copa Libertdores.

08 de octubre, 2025 | 20.07

Miguel Ángel Russo, quien falleció este miércoles tras pasar sus últimos días en su casa, acompañado por sus seres queridos, fue el entrenador que condujo a Boca Juniors a su último título en la Copa Libertadores, en 2007.

En aquella edición, el “Xeneize” se consagró con autoridad ante Gremio de Brasil, al que venció por un contundente 5-0 en el resultado global de la final. Russo, que había sido internado el 2 de septiembre por una infección urinaria, será recordado como el técnico que guió a Boca en uno de los momentos más gloriosos de su historia, completando una década dorada en la que el club levantó cuatro trofeos continentales.

El primer ciclo de Russo en Boca comenzó a fines de 2006, luego de un exitoso paso por Vélez Sarsfield, donde había ganado el Torneo Clausura 2005, su primer título como entrenador. Llegó a los 50 años para reemplazar a Ricardo La Volpe, cuyo ciclo se había cerrado tras la recordada final perdida del Apertura 2006 ante Estudiantes de La Plata. Poco después de su arribo, comenzó la Libertadores, donde Boca fue sorteado en el Grupo 7 junto a Toluca de México, Cienciano de Perú y Bolívar de Bolivia.

El debut fue en la altura de La Paz, con un empate sin goles ante Bolívar, y el primer triunfo llegó en la Bombonera: 1-0 frente a Cienciano, con gol de Hugo Ibarra. Luego, el equipo cayó 2-0 ante Toluca como visitante, pero se recuperó en la revancha con una victoria por 3-0 gracias a los goles de Jonathan Maidana y un doblete de Juan Román Riquelme.

Tras una derrota 3-0 ante Cienciano en Cusco, Boca selló su clasificación a octavos de final con una goleada histórica: 7-0 sobre Bolívar en Buenos Aires, con dobletes de Rodrigo Palacio y Bruno Marioni, más tantos de Martín Palermo, Jesús Dátolo y un gol en contra de Carlos Tordoya. El equipo terminó segundo del grupo, con 10 puntos.

En octavos, Boca se midió con Vélez, cuarto mejor primero de la fase inicial. En la ida, el equipo de Russo se impuso 3-0 con goles de Riquelme, Palermo y Clemente Rodríguez, y en la vuelta, pese a recibir tres tantos, un gol olímpico de Riquelme selló la clasificación. Luego, el “Xeneize” superó a Libertad de Paraguay por un global de 3-1, con goles de Palermo, Riquelme y Palacio.

Las semifinales ofrecieron una de las noches más recordadas del ciclo. Tras caer 3-1 en la ida ante Cúcuta Deportivo en Colombia, Boca revirtió la historia en la Bombonera bajo una densa niebla. Con un tiro libre de Riquelme y los cabezazos de Palermo y Battaglia, el equipo ganó 3-0 y avanzó a una nueva final continental.

En el primer partido decisivo, jugado en Buenos Aires, Boca goleó 3-0 a Gremio con una actuación brillante de Riquelme, autor de un gol y figura del encuentro. Los otros tantos fueron de Palacio y un gol en contra del defensor Patricio. En la revancha, en Porto Alegre, el conjunto argentino volvió a imponerse 2-0 con un doblete del número 10, que cerró una actuación consagratoria: fue el máximo goleador del equipo con ocho tantos y la figura excluyente de la campaña.

Aquel título fue la sexta Copa Libertadores de la historia de Boca y la última hasta la fecha. Con ese logro, Miguel Ángel Russo quedó para siempre en la historia grande del club de la Ribera.