Si bien falta bastante para que el mercado de pases comience en el fútbol argentino, los clubes comienzan a tomar decisiones con cierta anticipación y esto expone algo muy particular. En Boca saben que la primera baja confirmada de la temporada 2026 va a ser Ignacio Miramón, y puede que detrás suyo se vayan otros nombres que no serán considerados.
El joven volante de 22 años está viviendo un momento más que particular porque no está sumando minutos de calidad y tampoco aparece en la lista de concentrados para recibir a Belgrano en la Bombonera. A diferencia de otros casos, se trata de un jugador que deberá marcharse y buscarse un nuevo club para así poder extender su carrera como profesional.
La ausencia dentro del campo de juego y la decisión de no comprar la ficha de Ignacio Miramón por parte de Boca es producto del acuerdo firmado con el Lille de Francia al celebrar su préstamo. Se colocó una cláusula que activa una obligación de compra de 3 millones de dólares en caso de que firme planilla en el 70% de los partidos de la temporada. Una cifra que la dirigencia considera elevada por lo que el jugador entregó.
Es por ello que el defensor desde hace nueve partidos dejó de ser convocado por el cuerpo técnico del Xeneize y le recomendaron que hable con el club dueño de su pase para resolver su futuro. En este caso, hay dos alternativas. Ser reincorporado al Lille o ser transferido nuevamente con el fin de que se pueda mostrar. El paso de las semanas permitirá conocer cuáles son las ofertas que tendrá sobre la mesa.
Los contratos que vencen en diciembre
Además del contrato de Ignacio Miramón, Boca tiene que resolver la continuidad de tres jugadores dentro del plantel profesional porque se les termina el vínculo. Uno de ellos es un misterio en lo que respecta a su continuidad, mientras que los otros dos cuentan con un pie y medio afuera.
Javier García
Es el tercer arquero del plantel y sus chances de sumar minutos son bastante nulas, pero su presencia se destaca por ser una persona influyente que contribuye a la unión dentro del vestuario. Por su edad, está más cerca de colgar los guantes aunque podría quedarse una temporada más.
Frank Fabra
Es uno de los casos más particulares porque quedó casi marginado desde finales del 2023, después de que se hiciera expulsar en la final de la Copa Libertadores frente a Fluminense. Sin embargo, el jugador no consiguió interesados que compren su ficha, además de que su elevado salario lo motivó a quedarse hasta el último día de su contrato.
Cristian Lema
Quiso marcharse después del Mundial de Clubes, pero desde Boca le señalaron que el acuerdo para lograr la libertad de acción no era del todo conveniente para la institución. Luego, los directivos le ofrecieron irse pero el zaguero rechazó porque el mercado estaba cerrado y esto implicaba que quedara parado por varios meses. En diciembre se marchará y es probable que vaya a Belgrano de Córdoba, que lo quiso fichar en el invierno.