De estar al borde de la muerte a volver al boxeo, el sueño de Ezequiel "Pollero" Bonelli: "La última"

Ezequiel "Pollero" Bonelli, experimentado boxeador argentino que trabaja en una feria en Ramos Mejía, estuvo cerca de la muerte después de una pelea y ahora sueña con volver al boxeo.

27 de febrero, 2025 | 08.00

La historia de Damián Ezequiel "Pollero" Bonelli es una de las tantas en el mundo del boxeo que merece ser contada. El argentino oriundo de Ramos Mejía que tuvo incansables batallas fuera de nuestro país bajo el lema de "pelear por pasión y nunca por la plata" superó uno de los desafíos más difíciles que se le atravesó en la vida y ahora sueña con volver a calzarse los guantes. Una derrota en Polonia lo dejó al borde de la muerte pero salió adelante, se recuperó y ahora quiere hacer esa última pelea para darle un cierre a una carrera que tuvo victorias (24 de las cuales 20 fueron por KO y una de ellas en Estados Unidos con una camiseta de Diego Armando Maradona) y 14 derrotas (todas en el exterior), pero en la que nunca abandonó su objetivo.

En una interesante entrevista con El Destape, el púgil que vive de su trabajo en una feria de la mencionada localidad del oeste de la provincia de Buenos Aires contó todo acerca de su presente y lo que vivió en estos meses. Es que el 20 de abril del 2024 perdió en el país europeo contra el invicto local Rafal Wolczecki, regresó a Argentina con una fractura de mandíbula y comenzó su peor pesadilla. Si bien todavía restan algunos detalles para su vuelta a los cuadriláteros, lo cierto es que el "Pollero" Bonelli, quien es muy querido en su puesto como vendedor de pollos en el Partido de La Matanza y tuvo un vínculo desconocido con el "Pelusa", se encamina a subirse otra vez al ring.

  • - ¿Qué pasó el 20 de abril del 2024?

En la pelea (vs. Wolczecki) me partieron la mandíbula, para mí que algo tenía en la mano porque sentí la mano pesada. En el sexto round me conectó y me partió la mandíbula, cuando volví al rincón se lo dije a mí entrenador. Después de la pelea me llevaron al hospital, me dejaron ahí... me dieron 50 Zloty -la moneda polaca- y no me quedaba otra que hablar en polaco, tampoco tenía internet. Decí que por lo menos tenía la tarjetita del hotel en la funda del celular así que me volví con un Uber y al otro día ya volví a Argentina. Fui al Posadas con la mandíbula rota, me operaron una semana después y vino la peor pesadilla de mí vida.

  • ¿Qué pasó después de eso?

Me tocaron la médula en la operación y quedé cuadriplégico. Se ve que tenía el canal medular estrecho, lo tenía mucho más chico por algún accidente que tuve con la moto, las piñas, el vaivén de la cabeza o latigazo cervical. Se fue engrosando todo lo de la médula y el canal era estrecho. Salgo de la operación, mí novia estaba en un rincón y un médico nos da la noticia. Mi hermano se había muerto hacía años y yo llorando dije 'por mí vieja no puedo quedar así'. A las horas me operan la médula, me la descomprimen. En un lapso de un mes y 13 días me operaron cinco veces, me pusieron ocho clavos en el cuello, me abrieron toda la nuca y me dieron 25 puntos. Después a recuperarme, como sea.

Me acuerdo que mí novia me pellizcaba las piernas y yo no podía hacer nada, movía la cabeza y puteaba cuando me enteré. La rehabilitación fue terrible, en el hospital le dije a mí familia que me traigan las pesas para hacer gimnasia, sentadillas en el pasillo como sea. Me fui del hospital que parecía una piltrafa. Le dije a mí vieja que me iba a recuperar solo. Hice gimnasia, aparatos y todo, pero la mejor terapia ocupacional era trabajando, abriendo las bolsas, cortando el pollo. Le tuve que poner el pecho para salir como sea.

El combate entre Ezequiel "Pollero" Bonelli y Rafal Wolczecki

  • ¿Y ahora? ¿Cómo planeas tu vuelta al boxeo?

Viste como es la vida, uno va progresando y se va sintiendo mejor... en mí casa me quiere matar la familia. Les digo que se queden tranquilos que no va a pasar nada, voy a practicar con alguien, a moverme y lo voy a hacer. Me voy a sacar las ganas. Esto es para mí, porque puedo pelear de vuelta y es personal. No tengo que demostrarle nada a nadie y voy a despedirme, esta sí es la última. El guanteo lo voy a hacer a fines de febrero, principios de marzo. La idea es pelear y no quedar inactivo para en abril o mayo hacer la pelea.

Igual todavía no arreglé nada, ya hablé con Rubén Miño que me consiguió muchas peleas y ya fue tirando línea pero sin contar lo que me pasó. Estoy con la esperanza de pelear, hacer un buen papel y obviamente ir a ganar. Los entrenamientos los hago en lo de Facundo Simal pero por ahora no guanteo. Sí hago trabajito 'de escuela', pero no recibiendo golpes. Quiero pelear antes de quedar inactivo. Estoy número 650 del mundo, estuve 56 cuando gané en Estados Unidos y si pasa la fecha -un año sin pelear- es más difícil conseguir peleas.

  • ¿Qué significa el boxeo en tu vida y cómo lo manejas con el trabajo? 

El boxeo es fundamental. Yo arranqué a practicarlo para mantenerme flaco. Tenía que hacer algún deporte porque la joda te arruina. El trabajo también es clave, es lo más importante de todo porque gracias a eso puedo tener mí casa y me di todos los gustos. El boxeo lo hago de la forma más profesional posible y es un acompañamiento, pero vivo del trabajo. Por ejemplo cuando peleo arreglo hasta el jueves para cumplir con todos los clientes, viajo, el viernes doy el peso, peleo el sábado, el domingo vuelvo a mí casa. Pero primero está el trabajo y más con 46 años. 

Mí rutina es trabajar bien temprano, volver a casa y meter entre dos o tres turnos por día. Tanto musculación, correr y boxeo. Además tengo un sauna acá en mí casa. Ahora entreno con Facundo Simal en el gimnasio donde entrena Pablo Migliore acá en Ramos Mejía y hoy se complica. Fui papá de Luca hace un mes y me levanto muy temprano para trabajar, a las 3 de la mañana estoy arriba y no para un segundo. Ahora llego a casa y después a entrenar. No son turnos muy largos, son dos horas, pero la verdad es que llegas cansado y más con la edad.

Ezequiel "Pollero" Bonelli en su puesto donde trabaja de lunes a viernes

  • ¿Cómo se dio tu llegada al boxeo?

Arranqué en el año 2000 y hasta el 2010 jugué en la Primera de Centro Español, club de Villa Sarmiento, por medio de un amigo mío que me dijo que estaban probando jugadores. Fui quedé, con idas y vueltas jugué 10 años. En 2002 o 2003 un dirigente del club, Horacio "Pirincho" Medaglia me dijo para jugar en Canadá porque él tenía la posibilidad ya que había jugado ahí. Pero a mí no me interesaba, tenía un hermano discapacitado fallecido hace 10 años y una cosa es estar a 10 cuadras de la feria donde trabajo y si pasaba algo tardaba 5 minutos y otra diferente era estar en Canadá para lo que podía tardar entre 15 y 20 horas, hay una diferencia abismal. Siempre preferí quedarme cerca de mí casa que la parte económica.

En 2010 dejé de jugar, cambiaron de dirigencia y entrenaban a la mañana, no iba a dejar de trabajar para ganar poquito. Dejar el trabajo por el fútbol no lo iba a hacer. La decisión fue terrible. Me quedó un vacío terrible, quería hacer algo porque siempre me gustó la competencia  y jugando al fútbol un día nos agarramos a piñas. Ahí estaba Facundo Simal que me vio y me llevó al gimnasio de Pablo Migliore. Arranqué boxeo a los 35 acá en Ramos Mejía. El boxeo siempre me gustó, siempre me gustaron las piñas, había ido una vez al 77 Boxing Club de Morón, hice guanteo con el profesor el primer día y lo noqueé. Dije esto es lo mío. Me encantó desde el primer momento.

No arranqué por la FAB (Federación Argentina de Box) porque empecé a los 35. Mis inicios fueron en la WPC (World Pugilism Commision), pero después opté por la ABA (Asociación de Boxeo Argentino) estaban Alejandro "Flaco" Falliga, Rubén Miño y Patricio Molina como dirigentes y empecé a pelear para ellos. Hice toda la carrera afuera. Ya sabés lo que vas a ir a hacer... te van a comprar el récord. Hay cinco o seis que gané y me las dieron perdidas, es lógico que va a pasar eso. Sólo una me la dieron ganada en Estados Unidos. Fue una locura, un viejo choto de 45 años que gane contra un pibe de Puerto Rico invicto... ahora tiene 31-1 y la única perdida es conmigo. Quería ganar afuera y gané. Ahora quiero ganar de vuelta, mejor dicho que no me pase nada y si puedo ganar mejor. No me da miedo, el que tiene miedo a morir que no nazca. Sé que no va a pasar nada.

  • ¿Qué opinas sobre las veladas de streamers y el boxeo argentino?

Son shows, no son peleas. La de Pablo Migliore con "Maravilla" Martínez fue la mejor pelea, lo demás no es boxeo. Hubo sólo un chico que boxeó muy bien, Nani Di Maio -en La Gran Pelea-. Después sacando a Julio (Pitbull) que peleó con un boxeador como el Patón Basile... el resto no hicieron boxeo.  Yo ni por casualidad pelearía ahí, ni por 10 millones de dólares. 

Hoy el boxeo argentino es malísimo. Somos chicos, pero antes con los boxeadores conocidos había muchas peleas estelares y se cagaban a palos. Hoy pelea uno que tiene cinco ganadas contra otro de 45 perdidas. Ya sabés para quién está hecha la carrera y eso no me gusta para nada. Hoy ya sabés lo que va a pasar. No significa que haya buenos o malos, pero que los pongan con los que vale la pena. Las peleas no son equitativas.

  • ¿Qué pasó con la Coupé Fuego de Maradona?

Era propietario de la Coupé Fuego de Diego Maradona, blanca y hermosa. La tenía acá a la vuelta en la casa de un amigo. Se la vendí a otro amigo, al "Pelado" Olivetto, que se la vendió a (Roberto) García Moritán -el exmarido de Pampita-. Un día que voy al Flening a hacerme un control médico, bajo al primer subsuelo y me la encontré ahí.