La historia de Yamil Peralta es una de las tantas en el boxeo argentino de aquellos que superan momentos complicados de la vida para salir adelante y mantienen vivos los sueños. En el caso del oriundo de José C. Paz tuvo la oportunidad de formarse en el seleccionado nacional, participar en dos Juegos Olímpicos pero aún tiene un objetivo pendiente y es ser campeón del mundo. Después de que le nieguen esa chance en Canadá en diciembre del 2024 cuando las tarjetas decretaron un insólito empate contra Ryan Rozicki. Ahora se medirá ante el polaco Michal Cieslak por el título mundial interino crucero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y habló sobre esta oportunidad.
En diálogo con El Destape, el boxeador que peleó tanto en Londres 2012 como en Rio 2016 junto a otros púgiles tales como Fernando "Puma" Martínez. Alberto "Impacto" Melián o Alberto "Beto" Palmetta se refirió a lo que se viene, pero tampoco se olvidó de sus orígenes. Es que desde el principio, cuando era un joven entusiasta que miraba combates por la tele y entrenaba en Caseros, se perfilaba para alcanzar lo máximo en el deporte de los puños, de lo cuál está a sólo un paso. Ahora, con fecha y lugar a definir, se animó a dejar un mensaje contundente y hasta habló de la chance de cruzar guantes con Jake Paul.
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-¿Cómo estás para la pelea con Cieslak?
-Me siento re bien, feliz. Estoy entrenando a full para que esta oportunidad salga. Yo creo que los tiempos de Dios son justos y si no se dio antes ya va a llegar el momento. Por mí parte tengo que ponerme lo mejor posible y estoy con ganas de que salga, no sé la fecha pero cuando esté yo estoy en peso y enfocado en lo que estoy haciendo, esperando que se resuelva todo y esperanzado disfrutando esta oportunidad que la valoro un montón. Estuvimos mirándolo, es muy fuerte pero nunca tuvo un Yamil enfrente. Soy rapidísimo y si quiere el cinturón va a tener que ganarme, voy a ser campeón mundial.
-¿Queda todavía la bronca de lo que pasó con Rozicki?
Quizás el momento, peleas son peleas y un resultado no cambia lo que nosotros entrenamos y lo que pasamos en la preparación. Estuvimos entrenando en Tucumán con piedras en el río y haciendo un trabajo tremendo para la pelea. A Rozicki le deseo lo mejor... él sabe que no ganó pero tenía que pelear por el título mundial y se rompió el bíceps. Me acuerdo que nos trataron bien en Canadá más allá de la pelea, pero me quedo con las cosas buenas que pasé ahí, la gente venía a saludarme y sacarse fotos conmigo en el hotel.
-¿Cómo fueron tus inicios en el boxeo?
Arranqué a los 12 años. Vivía en José C. Paz y siempre me gustó pelearme en la escuela o en la calle. Le decía a mí vieja que quería ser campeón, quería un cinturón como los que veía en la tele. Estaba obsesionado y me decía que iba a quedar peor de lo que estaba. Decía que era boxeador sin haber ido al gimnasio y jugaba en casa con mí hermano más grande. Fui a lo de mí tío que vivía cerca de 'Pepe' (Raúl) Balbi y me llevó con él. Me contó de las peleas, me mostró el cinturón de la AMB y le dije que quería ser campeón. Entonces me llevó al CEDEM de Caseros donde estaba Mario Tedesco -mí formador- que trabajaba con sus hijos Patricio y Mauro. Con los tres aprendí un montón tanto arriba como abajo del ring y ahí comenzó esta locura del boxeo, lo de ser campeón, siempre superarse, ser mejor persona e ir aprendiendo día a día con el deporte que es lo que elegí. Hoy soy feliz porque estoy viviendo de lo que me gusta, de lo que amo, estoy en el lugar correcto y voy a seguir haciéndolo hasta que sea campeón o que diga basta.
-¿Qué pasó cuando llegaste al gimnasio del CEDEM?
Era petiso y pesaba como 130kg, era gordo. Me llevó 'Pepe' y me dijeron que me vaya, que no podía boxear así. Eso me hizo que me cebara a seguir entrenando. Terminaba de entrenar, llegaba a mí casa y salía a correr con una bolsa de nailon. Bajé como 40kg o más. El boxeo me cambió la vida porque era un rebelde. Mario fue como un segundo papá para mí y Mauro siempre me jodía que levantara la guardia que me iban a llamar de la Selección. Fui campeón como amateur, hice un campeonato argentino en el que perdí la final con (Marcos) Aumada y años después nos cruzamos como profesionales.
-¿Cómo fue la etapa en la Selección?
Fue buenísimo y era rarísimo para mí. Estaba el profe Sarbelio Fuentes que era una masa, las cosas que nos enseñó nos quedaron para toda la vida. Boxísticamente sabía un montón y nos supo contener. Con quien hables fue un gran maestro y un padre para nosotros. Me siento un privilegiado de haber compartido con Brian (Castaño) y el 'Puma' (Fernando Martínez), entre otros, siempre fuimos muy unidos, era una como una familia y lo seguimos siendo. Aprendimos mucho entre nosotros y nos nutrimos de las fortalezas de cada uno. De las historias con (Alberto) Melián que tenemos un montón y con los chicos también. Quizás uno comparte más tiempo con ellos que con su propia familia.
-¿Qué fueron los dos Juegos Olímpicos para vos?
Hasta ahora las cosas más importantes que me pasaron deportivamente. Más allá del deporte nos cruzamos con un montón de deportistas y que (Juan Martín) Del Potro me haya ido a ver pelear para mí es un montón. Las anécdotas que tenemos de esos viajes, las peleas, las experiencias que uno vive y se te van cruzando te hacen ser un todoterreno. Los Juegos fueron algo único que nos pasó y lo disfrutamos a más no poder, no podíamos creer dónde estábamos. Muchas cosas lindas pasamos en los Juegos, no puedo creer cómo se pasó el tiempo, fueron muchas cosas lindas y aprendimos un montón.
-¿Qué opinas acerca de que no hubo boxeadores argentinos en París 2024?
Es difícil entrar a un JJOO, hay mucha competencia y cada vez más. Los países se preparan cada vez más para mejorar. Acá no se dio y son cosas que pasan. Tengo fe que se va a acomodar, vamos tener representantes y terminar la racha para que vuelvan a traerse medallas. El boxeo hay que cuidarlo y sumarle de todos lados. De la opinión constructiva se pueden hacer mucho y es cuestión de que todos quieran. No sólo en lo amateur sino también en lo profesional. Que las redes ayuden al deporte también, que todo se mueva de una manera que todos puedan disfrutarlo porque la vida del boxeador es difícil, muchos trabajan y eso en otros deportes no pasa. Es un deporte que dio muchas medallas, que es muy visto en Argentina y es muy poco ayudado el boxeador. Hay que romper con eso de que tenemos que sufrir o para todo hay que pasarla mal.
-¿Cómo ves al boxeo actual en Argentina?
Hoy está creciendo, hay cada vez más representantes argentinos que salen a ganar y no sólo por la moneda. Está habiendo muchos 'batacazos' que no son de pibes que se matan entrenando. Cada vez hay más boxeadores y profes. Me gusta mucho la escuela de antes pero hay cosas que cambiaron. Antes se podían fumar un habano y el más 'polenta' ganaba porque era más fuerte. Ahora el que está más preparado físicamente le gana al talento o a la técnica, por eso los kazajos, uzbekos y ucranianos son unas bestias, entrenan y son eso. Hay que combinar todo. Lo que veo es que cada vez le gusta más a la gente y no solamente lo hace el que está en la calle o la pasa mal. El boxeo es lo más parecido a la vida, por eso gusta tanto y llama tanto la atención.
-¿Dejaste el boxeo?
Quedé afuera de los Juegos Olímpicos en Rio 2016 y ese tiempo fue terrible. Pesaba como 120 kilos y me tuve que operar de la rodilla. Me había salido algo en el ojo que también me tuve que operar. Todo eso hizo que piense en dejar el boxeo, estuve dos años parado, no quería boxear más y no tenía una moneda. Estaba por nacer mí hijo y era empezar a trabajar, no había otra. Hablé con mí hermano para ver si me podían tomar en la empresa Transur porque para el boxeo no estaba. Me acuerdo que me contrataron y dije 'Tengo cinturones pero no tengo para invitarle un helado a mí señora', por eso digo que esto del boxeo es tan difícil. Empecé a laburar y sin pensar que iba a tener la posibilidad de volver a entrenar, algo que hice toda la vida.
-¿Cómo fue la vuelta?
Arranqué a entrenar porque me propusieron clasificarme para Tokio, no pude por cuestiones de ranking y después pasé a pelear como profesional. Yo que pensé que no iba a boxear más, pero gracias al laburo también me ayudan para que pueda ser campeón del mundo. Me dan mucha confianza para que me dedique a entrenar, más allá de mí trabajo son mis amigos. Lo vamos a lograr y ellos van a ser parte de este sueño. Voy a ser campeón del mundo, estoy decidido y estamos trabajando para eso con el profe que está aunque llueve o truene.
-¿Te ves peleando contra Jake Paul? ¿Qué pensás de lo que hace por el boxeo?
No sé, si me decís de pelear con él voy a decir que sí. Es buen boxeador y también le está sumando al boxeo, yo lo re peleo, de una. Todo lo que sume lo veo re bien. Uno dice 'tiene plata y hace la movida', pero algunos hacen plata y te dejan afuera de todo. Por lo menos está haciendo visible el boxeo, que se mueva. Ayuda a las boxeadoras, les paga las mejores bolsas que mejor se les pagó en la historia del boxeo. El boxeador es al que le cuesta más, el que se sube al ring y menos se lleva.
-¿Un mensaje para el "Puma" Martínez antes de su pelea contra Jesse "Bam" Rodríguez?
Es un hermano que me dio la vida. Compartimos un montón de cosas, llevamos una amistad desde nuestra etapa en la Selección. Va a hacer historia, unificar y seguir subiendo de peso. No tiene techo, es una bestia y siempre lo fue. Llegó su momento y lo veo enfocado, bien. Así que vamos a tener Puma para rato, cinturones para tirar para arriba. Le tengo toda la fe.