La WWE, el gran refugio de Donald Trump en el deporte

La relación entre Donald Trump y la máxima empresa de lucha libre es de larga data. Sin embargo, con la nueva gestión de Paul Levesque, los extremistas ganan cada vez más lugar en el ring.

27 de marzo, 2025 | 08.33

Paul “Triple H” Levesque tomó las riendas de WWE de forma definitiva en 2024. Ante la caída en desgracia de su suegro, Vince McMahon, por una grave denuncia por trata de personas y abuso sexual, muchos fanáticos e incluso luchadores esperaban un cambio para bien en la administración de la empresa de pancracio más importante del mundo. La luna de miel duró aproximadamente un año, pero una vez que se empezó a correr la cortina del espectáculo, algunos aficionados empezaron a manifestar su preocupación por las nuevas tendencias y personajes afines a la derecha que cada vez están más presentes en el ring.

No veo la diferencia en nadie. No veo color ni nacionalidad, solo talento”, sostuvo Levesque en octubre en una conferencia de prensa luego de que el periodista TJ Legacy le preguntara por la falta de luchadores afrodescendientes durante los últimos tres eventos Pague-Por-Ver de WWE.  Sin embargo, la frase quedó en completo desuso cuando Levesque fue visto en la primera fila de la asunción de Linda McMahon como secretaria de Educación bajo la segunda presidencia de Donald Trump. 

El actual mandatario estadounidense amenazó con cortar los fondos de aquellas escuelas que “adoctrinen niños” con “ideología de género” y “la igualdad discriminatoria”, entendiéndose esta última, según la página de la Casa Blanca, como “la ideología que trata a los individuos como miembros de grupos privilegiados o desfavorecidos en vez de personas, desprestigiando el mérito y capacidad en favor de generalizaciones inmorales”.

No es una institución educativa, pero parece que WWE decidió adoptar el mandamiento de Trump, porque luego de 14 años ininterrumpidos celebrando el mes de la historia negra en febrero, que consistía en destacar los logros de luchadores afroamericanos, la promotora cortó abruptamente con el homenaje. No hubo ninguna explicación al respecto. 

“WWE se va a mover dependiendo de a dónde se mueva la sociedad. Triple H es claramente más de derecha que Vince McMahon. Peor aún, es totalmente racista y no hace una buena labor para ocultarlo. A McMahon nunca le importaron las cuestiones raciales, pero Triple H se ha encargado de hundir a los estrellas negros por considerarlos inferiores y sólo los pone en rivalidades entre ellos mismos”, aseveró el director de la revista Súper Luchas de México e historiador de la UNAM, Ernesto Ocampo.

Bajo la gestión de McMahon hubo cuatro campeones mundiales afrodescendientes: Dwayne “The Rock” Johnson, Kofi Kingston, Big E. Langston y Bobby Lashley. Desde que Levesque es el creativo principal de WWE, luchadores negros han manifestado sus diferencias e incluso algunos directamente abandonaron la empresa, como es el caso del mismo Lashley, de Shelton Benjamin y Hassan Hamin Assad, más conocido como MVP, que cuando un usuario de Twitter publicó el mensaje “la era Triple H está deteriorando a los hombres negros”, contestó “la estás viendo”.

La compañía hermana de WWE, UFC, es una de las mayores representantes de Trump en el deporte y su presidente, Dana White, es uno de los oradores públicos de preferencia del mandatario estadounidense. Sin embargo, a pesar de que los fans de las artes marciales mixtas, sobre todo los de UFC, apoyan la ideología derechista, lo cierto es que el fanático estadounidense de WWE tiende a ser más progresista. Al respecto, Ocampo analizó: “En este momento la WWE es a prueba de balas. Están en un boom y los fans les perdonan todo. No hay problema con Logan Paul siempre y cuando los fans progresistas lo vean como el villano. Por lo demás, casi nadie se fijó que el mes del orgullo negro en WWE fue prácticamente inexistente más allá de un video posteado por Dwayne Johnson recordando a su padre”.

Logan Paul, además de ser un YouTuber con más de 23 millones de suscriptores, es uno de los luchadores más polarizantes que tiene WWE. No porque los fanáticos lo quieran, sino porque lo detestan, pero no en un pacto de ficción, sino de verdad. Además, Paul es uno de los podcasters que, según una minuciosa investigación del Financial Times, le dio más plataforma a Trump para ganar las elecciones.

Como si fuera poco, el 19 y 20 de abril WWE celebra WrestleMania 41, el Súper Bowl de la lucha libre y uno de los eventos deportivos más populares del mundo. Triple H decidió innovar y llamó al comediante Tony Hinchcliffe para que haga un “Roast to WrestleMania” el mismo 20 de abril. Para los que no estén familiarizados con el término, el “roast” es cuando alguien intenta ridiculizar con fineza a la víctima de la broma. Pequeño detalle, Hinchcliffe, en un mitin de Trump en el Madison Square Garden de Nueva York, realizó el siguiente chiste: “Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico”. También hizo chistes sobre palestinos, judios y afroamericanos. Fue tan fuerte el daño que causó en la campaña de Trump que Danielle Álvarez, asesora senior, aclaró: “Esto es una broma y no refleja la visión del presidente Trump o de su campaña”.

¿En qué va a terminar todo el affaire entre Levesque y la ultraderecha? Para Ocampo, “si crece la indignación contra Trump cuando llegue una crisis económica fuerte, los fans tendrán más escrutinio sobre el producto de WWE, y Triple H podría ser de los que tengan que ser removidos eventualmente”.