Está a 270 km de Buenos Aires y se construyó gracias a Eva Perón: así es el estadio de un histórico club del fútbol argentino

Está a 270 km de Buenos Aires y es el estadio más emblemático en honor a Eva Perón, la abanderada de los humildes que también fue clave para el crecimiento de los clubes populares. 

23 de agosto, 2025 | 08.30

Entre los innumerables honores, reconocimientos y homenajes que el pueblo argentino le ha hecho, a lo largo y ancho del territorio, a María Eva Duarte, existe uno en el fútbol argentino que resalta por su particular historia: el estadio Eva Perón, del Club Atlético Sarmiento de Junín. Detrás de la elección del nombre, en la creación de la emblemática cancha se visualiza una fuerte política de Estado que le permitió a los clubes chicos tener su primer salto.

El vínculo de la gran referenta de los humildes con Sarmiento de Junín del club situado en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, a 270 kilómetros de la Ciudad Autónoma, no es directo, pero tampoco casual. Eva nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, a 50 kilómetros de Junín, y se mudó a la ciudad juninse en 1930, donde vivió hasta 1934, sin embargo, durante ese lapso, no tuvo mayores contactos con el club "Verde". De esta forma se creó el estadio en honor a Eva Perón.

Juan Duarte, único varón entre los cuatro hermanos que tenía "Evita", fue, en realidad, quien desencadenó la relación. Después de algunos años en Junín, el hermano mayor forjó una gran amistad con Héctor Díaz, hincha fanático de Sarmiento y cercano a algunos dirigentes, pero que no formaba parte de las comisiones directivas. En 1945, cuando Eva contrae matrimonio con Juan Domingo Perón, Juan Duarte es elegido como secretario privado del presidente de la Nación, hecho que sería determinante en la vida futura de Sarmiento. 

La creación del estadio Eva Perón: el auge de las políticas de Estado en el deporte

En aquella época, Sarmiento disputaba la liga local de la ciudad y no estaba afiliado a la AFA, pero ya era conocido en el ambiente futbolístico tras haber caído 3 a 2 con Boca por la Copa de la República. Sin embargo, aunque fue fundado en 1911 y era el equipo más popular de la ciudad, la institución no contaba con estadio propio y jugaba de local en BAP, la única cancha de todo Junín que tenía una tribuna. Pero el flamante secretario privado del presidente fue clave para cambiar la historia del club. 

El gobierno de Perón brindaba, por aquellos años, subsidios y préstamos a clubes para que construyeran, modificaran o agrandaran sus sus estadios, como parte de una política de Estado para ayudar a crecer a quienes no tenían recursos. Después de que el hermano de Eva tuviera un contacto con Héctor Díaz, representantes de Sarmiento viajaron hacia Buenos Aires y se reunieron con el ministro de Hacienda, Ramón Cereijo, el encargado de Perón de cerrar los proyectos en las canchas. 

Juan Duarte, junto a su hermana, Eva, y su cuñado, Juan Domingo Perón.

Una vez allí, la delegación del club planeó realizar un estadio con una o dos tribunas, pero cuando Cereijo los envalentonó para levantar un estadio, decidieron hablar con Juan Duarte y solicitar un préstamo mayor, que finalmente se dio. Aunque en los primeros años corrió la versión que Eva y su hermano "regalaron" la cancha, lo cierto es que hinchas y socios de Sarmiento pagaron hasta el último peso del préstamo, sin deber nada al Estado.

En 1948, Díaz, amigo de Juan Duarte, se transformó en presidente de Sarmiento y, en el mismo año, se comenzaron a instalar las primeras tribunas del estadio. Tres años después, el 9 de julio de 1951, Sarmiento inauguró el estadio María Eva Duarte de Perón en honor no solo a la Primera Dama, sino también a su hermano. Luego, se abrevió el nombre y pasó a llamarse Eva Perón y, aunque Eva no pudo conocer nunca el estadio al fallecer en 1952 por una enfermedad, su recuerdo continúa vivo en la historia de Junín.