A partir del 16 de diciembre de 2025, las interacciones que tengas con el asistente de inteligencia artificial de Meta en Instagram, WhatsApp y otras plataformas empezarán a alimentar los algoritmos que seleccionan qué publicaciones, anuncios y recomendaciones te muestran.
Hasta ahora, esos algoritmos se basaban en likes, seguimientos, compartidos y uso de apps; ahora sumarán lo que le preguntes o le digas a la IA. La medida generará un efecto profundo en cómo se presenta el contenido en tu feed.
El nuevo sistema y su funcionamiento
Meta notificará este cambio a los usuarios desde el 7 de octubre. Aunque no todos podrán evitar la activación automáticamente, sí tendrán la opción de ajustar el nivel de personalización de anuncios y contenido relacionados. Las conversaciones de IA incluirán tanto texto como voz, y serán utilizadas para inferir intereses: por ejemplo, si consultás sobre ciclismo, tu feed podrá mostrar más posts, grupos o publicidad de ese tema.
Meta asegura que no usará datos sobre religión, política, salud, orientación sexual u otros temas sensibles para crear segmentos publicitarios. Además, este cambio no aplicará inicialmente en regiones como Europa o Reino Unido debido a regulaciones locales más estrictas.
Implicancias para tu experiencia en Instagram y WhatsApp
Este giro supone una mayor convergencia entre lo que preguntás al asistente y lo que ves cada día. El contenido dejará de ser solo el reflejo de tus “me gusta” para pasar a una versión más contextual: lo que le preguntaste a la IA hoy puede definir qué noticias, publicaciones o anuncios te aparecerán mañana.
En WhatsApp, donde hasta ahora la IA funciona como herramienta opcional con un botón pequeño en pantalla, este uso más profundo hará que tus interacciones sean parte del algoritmo base de tu cuenta. En Instagram, ya somos testigos de cómo las recomendaciones tienden a empujarte hacia temas relacionados: esto profundiza esa tendencia.
Aunque el uso de las conversaciones IA para personalizar anuncios pueda sentirse invasivo, Meta apuesta a que ofrecer relevancia aumentada compensará esa sensación. Mientras tanto, resta ver cómo los usuarios equilibran la comodidad de contenido útil con el control sobre su privacidad digital.