El FMI mejoró sus proyecciones sobre Argentina, pero admite que faltarán dólares

El organismo anticipó un mayor crecimiento y una menor inflación y desempleo respecto a lo que pronosticaba el año pasado. Advierte que habrá déficit en el comercio exterior.

22 de abril, 2025 | 11.16

Luego de firmarse el nuevo programa, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus proyecciones para Argentina al pronosticar una menor inflación para 2025 y anticipar un mayor crecimiento. Sin embargo, admite que faltarán dólares, ya que pasó a considerar que el país tendrá una balanza de cuenta corriente negativa, tanto en 2025 como en 2026.

Así surge del último Monitor Económico Mundial (World Economic Outlook) que el FMI publicó este martes con proyecciones. Se trata de un reporte que da a conocer cada seis meses con sus pronósticos sobre todos los países del mundo, por lo que el que se conoció hoy es el primero tras la firma del nuevo Programa de Facilidades Extendidas, dos semanas atrás.

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En el caso de Argentina, el Fondo aumentó su proyección de crecimiento del PBI en 0,5 puntos para este año, al estimar que será de un 5,5% frente al 5% que consideraba en el reporte previo, publicado a fines de octubre de 2024. Además, anticipa que en 2026 el país crecerá en otro 4,5%.

También mejoró la expectativa sobre la inflación, ya que consideró que la suba de precios para 2025 será de un 20% punta a punta, 25 puntos menos a comparación con el 45% que estimaba para este año en el reporte de octubre pasado. En tanto, la inflación promedio para 2025 sería de 35,9%, mientras que para 2026 anticipa que la inflación punta a punta será del 12%.

Al mismo tiempo, mejoró las previsiones sobre desempleo, que calculó en un 6,3% para 2025, un nivel de prácticamente pleno empleo. Se trata de una baja de casi 2 puntos frente al 8,2% que esperaba para este año en el reporte anterior. En 2026 espera que el desempleo se mantenga en un 6%.

¿El FMI admite atraso cambiario?

Sin embargo, la cuarta proyección del FMI es desfavorable a Argentina. Se trata de la de la balanza de cuenta corriente, que mide la diferencia entre las importaciones y exportaciones de un país. En el reporte de octubre pasado, el organismo esperaba que el país tuviera tanto en 2025 como en 2026 un superávit comercial de 0,6% del PBI. Al contrario, en el actual reporte de abril cambió su estimación por una negativa, ya que pronostica que Argentina tendrá un déficit comercial de 0,4% en 2024 y uno de 0,3% en 2026.

En otras palabras, el Fondo admite que al país le faltarán dólares en los próximos dos años. Más aun, empeoró el pronóstico para Argentina pero lo mejoró, respecto a lo que se esperaba seis meses atrás, para algunos otros países de la región como Brasil, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Ecuador o Uruguay.

El organismo no explica por qué este cambio de tendencia en la balanza de cuenta corriente del país, pero pueden considerarse algunos factores. En primer lugar, un boom importador sería una consecuencia directa de un atraso del tipo de cambio, tal como el que tuvo Argentina en el último año.

La liberación del cepo podía implicar que el tipo de cambio aumentara en hasta un 27%. Pero, aun en ese caso, la competitividad del peso medida a través del tipo de cambio real multilateral sería un 36% menor a la registrada en diciembre de 2023 tras la primera devaluación de Luis Caputo.

Es decir, el déficit comercial previsto para 2025 y 2026 podría implicar que el mismo FMI reconoce tácitamente que la banda superior de 1.400 pesos por dólar (desplazada un 1% hacia arriba y abajo cada mes) no es suficiente para finalizar el atraso cambiario que el propio organismo rechaza histórica y mundialmente. Más todavía cuando, como demostró en esta última semana, el Gobierno se esfuerza en llevar el dólar a la banda inferior de 1.000 pesos, manteniendo el atraso. Aunque así el Banco Central podrá comprar divisas, ese efecto se compensará con el desincentivo de los exportadores a liquidar, volviendo al escenario de déficit comercial.

Las metas del FMI ante la falta de dólares

De todos modos, es cierto que existen otras posibilidades para explicar el déficit comercial esperado por el Fondo más allá del atraso cambiario, o por fuera de él. Una de ellas es que, precisamente, el organismo espera que el crecimiento de la economía sea mayor de lo que esperaba en octubre pasado, por lo que es un hecho que estima que harán falta más dólares. En este caso, la restricción externa generada sería consecuencia de un escenario optimista.

También es posible pensar que la mayor demanda de exportaciones surgirá de un factor político, como las desregulaciones promovidas por el Gobierno a través del Ministerio de Desregulación de Federico Sturzenegger, quien a su vez es asesor del mismo FMI en estos temas.

Como sea, la previsión del FMI es coherente con el escenario de los últimos meses. Tras un 2024 con balanza comercial positiva, debido a la depresión de la actividad por el ajuste de shock de Javier Milei, en lo que va de 2025 las importaciones comenzaron a crecer fuertemente (tanto los bienes de capital como los de consumo final), frente a una baja importante de las exportaciones. Un derivado de un paulatino crecimiento de la actividad y de los salarios privados formales, en combo con las desregulaciones a las importaciones en diversos rubros, entre las que se encuentran bienes de capital usados.

El reconocimiento del organismo sobre la falta de dólares explica la posibilidad de que Argentina alcance las metas de acumulación de reservas de 2025, de 4.000 millones de dólares en total para fines del año, a través de préstamos de otros organismos o del repo con los bancos. Es decir, no necesariamente mediante la acumulación de dólares genuinos a partir de las exportaciones.

Es esto lo que permite entender mejor la frase que pronunció ayer la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, en la Reunión de Primavera del organismo, cuando lanzó: "Me dijeron, no sé si es verdad, que hay más del 200.000 millones de dólares bajo el colchón y dios sabe dónde. Si ese dinero se invierte en Argentina imaginen lo que sería ese país". Los dólares estarán. La cuestión es cómo.