De cara al Día del Niño el próximo domingo, la industria del juguete ve con preocupación un nuevo año con baja cantidad de ventas, a lo que se suma ahora la gran cantidad de importados que dificulta la recuperación del sector tras un muy mal 2024.
Las jugueterías y fábricas nacionales de juguetes buscaban aprovechar el próximo Día del Niño para remontar parte de la mala performance que el sector tuvo en los dos años anteriores, remarcó la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). Es decir, cuando la fecha estuvo atravesada primero por la disparada inflacionaria post PASO de 2023 y luego por la recesión mileísta de 2024.
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Hasta ahora las ventas están siendo modestas. El único canal que registró una suba significativa es el online, de un 30% interanual según la CAIJ, cifra de impacto relativo teniendo en cuenta que esta modalidad de compra representa solo un 20% del volumen total.
"La venta viene bastante tranquila. Va a haber cierto movimiento de última hora, pero dado el contexto que atravesamos no creo que marque mucho la diferencia", advirtió Salvador Femenía, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en diálogo con El Destape.
La CAIJ, de hecho, señaló que "se espera una leve recuperación (en ventas) teniendo en cuenta que la base de comparación es baja". Es decir, incluso una leve suba como la que podría registrarse con las compras de último momento difícilmente servirá para alcanzar el promedio histórico.
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La preocupación por las importaciones y los precios relativamente bajos
Lo más preocupante es que estas bajas ventas relativas se dan incluso cuando la suba de precios de los juguetes fue, en promedio, menor a la inflación acumulada.
Según un relevamiento de Focus Market hecho en diversos juguetes, solo algunos (muñecos) llegaron a alcanzar la inflación interanual del 39% (a junio), mientras que autos a control remoto, monopatines, juegos de memoria o valijas con accesorios tuvieron incrementos por debajo de esa cifra. Las bicicletas infantiles, por caso, no registraron subas de precios.
Esto, en verdad, es precisamente producto de un consumo que nunca logró repuntar ni volver a sus niveles de 2023, tanto en el rubro masivo (alimentos, limpieza e higiene) como en el de ventas minoristas en general. Y que, en junio y julio, volvió a mostrar caídas también en el registro intermensual, según relevamientos privados de Scentia y la CAME.
Pero, además, los precios relativamente bajos también se deben al alto nivel de juguetes importados. "En el primer semestre de 2025 se registró un aumento del 79% en el valor de las importaciones de juguetes, alcanzando los USD FOB 58,3 millones, con un incremento aún mayor en volumen: 10.500 toneladas (+108,7%)", precisó la CAIJ en un informe, el cual agregó que "también creció la cantidad de empresas importadoras: un 89% más que en 2024, pasando de 265 a 501 firmas.
Esta combinación se traduce directamente en precios más moderados. "El aumento de las importaciones y la acumulación de stock excedente, genera una presión a la baja sobre los precios y desafía a la industria local con menores escalas. Esta sobreoferta obliga a comercios a aplicar descuentos agresivos para sostener las ventas, en un escenario de márgenes ajustados y poder adquisitivo de recuperación muy finita frente a la inflación”, lo explicó Damián Di Pace, titular de Focus Market.
Evidentemente, ni siquiera estos precios sirvieron para que las ventas se dinamicen de manera significativa. El otro problema es que, aunque a las jugueterías la mayor importación no les impacta particularmente, esta sí perjudica a la industria nacional del juguete. "Va a haber mucha presencia de importado en los comercios que venden juguetes. Obvamente esto va en detrimento de la industria nacional, que respecto a todo el juguete está bastante complicada", resumió Femenía.