El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundirá este martes el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de septiembre, mes que cierra el tercer trimestre del año. En la medición de las consultoras y estudios privados se anticipa una tercer trimestre en rojo por lo que, sumado al segundo, la economía estaría lo que se conoce técnicamente como una recesión (dos trimestres de caídas consecutiva).
El EMAE es un indicador mensual que anticipa la evolución del PBI que se da a conocer en forma trimestral. Los datos de julio y agosto mostraron una profundización de la desaceleración de la actividad en términos interanuales.
En julio, el EMAE había crecido 3,1% en forma interanual, con una clara desaceleración respecto de junio cuando había sido de 6,2%. La tendencia se mantuvo en agosto con un crecimiento más moderado, de 2,4% interanual. Pese a que desde marzo las mediciones mensuales fueron más negativas que positivas, acumulando una baja baja en el segundo trimestre comparado con igual período previo (primer trimestre).
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De hecho, los primeros meses de 2025, arrojaron mejoras interanuales importantes debido a la baja base de comparación con un inicio de 2024 de fuerte recesión económica, la primera de lo que podrían ser dos períodos de actividad recesivos en dos ejercicios de mandato.
Qué ve el mercado
El análisis de los indicadores económicos más recientes, proveniente de informes de mercado como el del Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEC) o la Universidad Torcuato Di Tella, prevé que la economía argentina ingresó formalmente en una recesión técnica.
Si bien existen algunas señales positivas puntuales, como el repunte en la producción agrícola (en gran medida explicado por una base de comparación baja del año anterior) y un aumento en las importaciones, estas no logran compensar la caída generalizada en la difusión de series económicas coincidentes. El ciclo general, inequívocamente, apunta hacia una fase recesiva.
En el caso de la actividad industrial y la Construcción, ambos sectores clave exhiben variaciones mensuales negativas, indicando que la parálisis productiva se profundiza. El deterioro en la cantidad de puestos laborales con cobertura formal continúa mostrando un deterioro, al igual que los niveles de ingreso de loe trabajadores.
La actividad económica se encuentra asfixiada por un contexto de alta volatilidad financiera, con un dólar atrasado y altas tasas de interés. Así, mientras el campo y algunas importaciones muestran resiliencias puntuales, el núcleo industrial, la construcción y el empleo formal confirman que Argentina está transita a un período de recesión técnica.
Cuestión de probabilidades
El Índice Líder de Actividad Económica, elaborado por la Universidad Di Tella, advierte de una alta probabilidad de que el país ingrese en su segunda recesión durante el gobierno de Javier Milei. El indicador se ubicó algunas décimas por encima del 98%. El indicador clave que mide las expectativas económicas registró una caída ininterrumpida durante seis meses consecutivos.
Las proyecciones de las consultoras y las propias estimaciones del Banco Central refuerzan el diagnóstico recesivo, poniendo especial énfasis en el mercado laboral. Se espera que el deterioro económico se traduzca directamente en un impacto negativo y sostenido sobre el empleo.
El organismo monetario anticipa una mayor contracción económica general, lo que limita las posibilidades de una recuperación rápida. Por su parte, analistas privados coinciden en que la desaceleración se sentirá fuertemente en la generación y mantenimiento de puestos de trabajo formales.
