Por la suba de tasas, el nivel de defaults corporativos es el peor desde la pandemia

Los costos de financiamiento local se están disparando, especialmente para las empresas que dependen del peso. Los efectos secundarios de la política de Milei y Caputo para contener el dólar y la inflación.

12 de agosto, 2025 | 16.36

Las reformas de Javier Milei para frenar la suba del dólar está impulsando la peor racha de impagos corporativos desde la pandemia. Los costos de financiamiento local se están disparando, especialmente para las empresas que dependen del peso, y muchas de ellas enfrentan dificultades con flujos de caja ajustados y altos niveles de deuda después de que el presidente Milei eliminara la mayoría de los controles cambiarios para particulares, destacó una nota publicada por el medio especializado Bloomberg.

Más de media docena de empresas han incumplido o iniciado negociaciones para la deuda este año, incluyendo la empresa de servicios públicos Grupo Albanesi, ya que los cambios de Milei las encontraron en una situación financiera ya de por sí precaria. "Se espera que esta presión continúe, con balances en sectores como la agricultura, la energía y la manufactura que ya muestran signos de tensión", según Ezequiel Fernández, jefe de investigación de crédito y renta variable de Balanz Capital, que consigna el medio financiero.

“Si Argentina quiere cambiar la situación macroeconómica, es necesario cierto nivel de ‘destrucción creativa’ a nivel micro”, afirmó Fernández. “Después de todo, los cambios de régimen generan ganadores y perdedores”.

Antes de Milei, las empresas se aprovechaban de los controles cambiarios emitiendo bonos denominados en dólares con liquidación en moneda local, también conocidos como bonos vinculados al dólar. De esta forma, muchas lograron fijar tipos de interés negativos, ya que los inversores buscaban protección contra la inflación desbocada y la depreciación de la moneda.

Desde que el libertario asumió el cargo, la brecha entre los tipos de interés oficiales y paralelos se ha reducido y el interés de los inversores por estos instrumentos de deuda está disminuyendo, lo que obliga a las empresas a asumir el aumento de los costes de financiación. Esta nueva realidad está empujando a un número cada vez mayor de ellas a una situación de crisis, ya sea renegociando los términos de los próximos pagos de deuda o solicitando a los accionistas capital fresco para evitar el impago, señala la nota escrita por Nicolle Yapur y Giovanna Bellotti Azevedo.

Tasas altas y deudas por los aires

Las tasas de interés promedio de los bonos vinculados al dólar subieron al 11% en el primer trimestre de 2025, más del doble del 5% registrado en el mismo período del año anterior, según un informe de Moody's Ratings. En consecuencia, las ventas de bonos vinculados al dólar se redujeron a tan solo 2 millones de dólares durante el primer trimestre, frente a los US$165 millones del mismo período de 2024.

Por su parte, las empresas captaron 1.100 millones de dólares en bonos denominados en dólares, más del doble de la cantidad emitida durante el mismo período del año anterior, ya que las tasas de interés promedio se mantuvieron estables en el 6%, según el informe. “En 2025, experimentaremos el mayor número de impagos desde la pandemia”, afirmó José Antonio Molino, director asociado de Moody's Local Argentina, una unidad de Moody's. “El mercado de deuda vinculada al dólar prácticamente ha desaparecido”.

Las empresas se enfrentan a mayores costos operativos, una menor capacidad adquisitiva y una mayor competencia externa, ya que la apreciación del peso lo dejó ampliamente sobrevaluado. Según Molino, las empresas con calificaciones A+.ar o inferiores en la escala local de Moody's para Argentina —generalmente empresas medianas y pequeñas— enfrentan actualmente los mayores riesgos de refinanciamiento. Dentro de la escala, una calificación A.ar indica una calidad crediticia superior a la media en relación con otros emisores argentinos, siendo A+.ar el límite superior de la categoría.

“Los riesgos de refinanciamiento se mantendrán elevados durante los próximos 12 a 18 meses debido a la baja liquidez en el mercado local para las empresas medianas y pequeñas”, afirmó Molino. “Observamos un alto grado de fuga de capitales hacia la calidad en el mercado local”. Mientras tanto, los emisores con acceso a los mercados globales probablemente podrán gestionar la situación, afirmó Luis Olguín, gestor de cartera de William Blair Investment Management en Londres.

Empresas como YPF, Pampa Energía y Telecom Argentina lograron atraer inversores en los últimos meses. Otras no han tenido tanta suerte. En mayo, dos filiales de la empresa de servicios públicos Albanesi incumplieron un pago de intereses de 19,5 millones de dólares, lo que desencadenó una reorganización. Albanesi afirmó en un comunicado que está analizando sus opciones y planea presentar propuestas concretas a corto plazo para alcanzar una solución razonable.

También en mayo, la empresa fabricante de celulosa y papel Celulosa Argentina SA anunció que incumpliría los pagos de sus bonos en dólares bajo la ley local. En junio, la empresa energética Petrolera Aconcagua Energía anunció que estaba reestructurando su deuda financiera.

Aconcagua declaró que incumplió con el pago de la deuda vinculada a un acuerdo con Vista Energy y Trafigura Group. Para evitar la ejecución, ambas compañías ofrecieron tomar el control de la empresa, suponiendo que su deuda se reestructurara y que el proceso de diligencia debida arrojara resultados satisfactorios. YPF, Pampa, Telecom Argentina y Celulosa Argentina no respondieron a las solicitudes de comentarios.