La llegada de Decathlon a la Argentina generó expectativa por una mayor competencia y precios accesibles. Sin embargo, los productos importados de la marca francesa llegaron al país con precios significativamente más caros que en Brasil y Uruguay. Según la Fundación Pro Tejer, el fenómeno no se explica por la importación en sí, sino por una multiplicidad de factores.
Decathlon en Argentina: por qué los productos importados cuestan más que en la región
Cuando Decathlon anunció su desembarco en la Argentina, muchos consumidores imaginaron una mejora inmediata en precios, variedad y competencia. Pero la comparación regional mostró lo contrario: los mismos productos -mismo modelo, mismo origen, misma importación- pueden costar entre 15% y hasta 180% más que en países vecinos.
La Fundación Pro Tejer analizó artículos idénticos disponibles en los sitios oficiales de Decathlon de Brasil, Uruguay y la Argentina, convirtiéndolos a dólares para compararlos en igualdad de condiciones. El resultado fue contundente: Argentina es sistemáticamente el país más caro de la región para el mismo producto importado.
Los datos muestran diferencias difíciles de justificar solo con el concepto de importación:
- Zapatillas running Kalenji: 178% más caras que en Uruguay y 156% más caras que en Brasil.
- Medias de trekking Quechua: 17% más caras que en Uruguay y 133% más que en Brasil.
- Falda de tenis Kuikma: 14% más cara que en Uruguay y 39% que en Brasil.
- Campera de running: entre 17% y 21% por encima de la región.
Estos artículos se producen en China o Indonesia y llegan a los tres países con aranceles similares. De hecho, Brasil -el mercado con precios más bajos en varios productos- tiene un arancel de importación del 35%, superior al 20% de Argentina y Uruguay. Aun así, vende más barato.
El informe de la Fundación Pro Tejer subraya un punto determinante: el problema no se origina en la apertura comercial ni en los aranceles, sino en el costo de operar en la Argentina. Incluso con productos importados, la estructura local encarece el precio final.
Entre los factores que presionan al alza se destacan:
- Carga tributaria alta y acumulada en cada etapa de la cadena.
- Costos logísticos y de flete superiores a los de la región.
- Tasas de interés elevadas en dólares, que encarecen financiamiento y stock.
- Alquileres y servicios comerciales costosos.
- Sobrecostos laborales no salariales.
- Mercado interno debilitado, que obliga a fijar precios más altos para sostener costos fijos.
La llegada de una marca global con oferta accesible en todo el mundo "dejó al descubierto una paradoja", según el informe, que se basa en que "más competencia no garantiza precios bajos si la estructura económica del país es poco competitiva".
Según Pro Tejer, la verdadera discusión es "cómo construir un entorno económico eficiente, con menor carga tributaria y mayor competitividad sistémica, que permita que tanto los productos importados como los nacionales reflejen su costo real y no un cúmulo de sobrecostos internos".
