Sigue la salida de dólares de ahorristas y el BCRA le envió billetes a los bancos

A lo largo de la semana entregó unos cien millones de dólares y el próximo lunes deberá girar otros 36 millones en billetes para que los bancos respondan a la demanda de los ahorristas. El viernes, el Tesoro vendió otros 100 millones y perdió en la semana unos 1.000 millones de dólares.

06 de octubre, 2025 | 11.15

La presión de los ahorristas por comprar dólares y retirarlos del sistema financiero se expresó esta semana en ventas del Tesoro del orden de los 1.000 millones de dólares y el envío de billetes por unos 100 millones de dólares que hizo el Banco Central a las entidades financieras para que respondan ante sus clientes.

El movimiento de billetes de dólares entre las entidades financieras fue todavía mayor, con picos el miércoles cuando intercambiaron billetes por 24 millones de dólares y le demandaron al BCRA otros 57,6 millones de dólares. La demanda de billetes seguirá la próxima semana o por lo menos eso esperan en los bancos que le pidieron al Central que les envíe otros 36 millones de dólares.

El gobierno nacional arrancó la semana con una leve recuperación de su saldo en divisas en la cuenta que mantiene en el Banco Central, donde se registró el incremento de 210 millones que se corresponden con el saldo de las intervenciones que hizo en el mercado, el último día de liquidación de las exportaciones de cerealeras, que anotaron ventas por 7.000 millones y cumplieron con la obligación de vender divisas por 6.300 millones.

Crónica de una semana turbulenta para Caputo y Milei

Ese lunes el Tesoro venía con compras estimadas por el mercado en el orden de los 500 millones de dólares, cuando la presión alcista de la divisa lo obligó a ponerse del lado vendedor, siempre en precios por debajo del techo de la banda de flotación, donde debería intervenir el BCRA. El martes, el Tesoro ya se puso del lado de la oferta desde el arranque de la rueda y se estima que vendió unos 100 millones, según el saldo de la cuenta en el BCRA, y el miércoles se expresó la mayor presión dolarizadora, con una caída del saldo de la cuenta de 535 millones de dólares y una estimación de ventas de 515 millones de dólares (la diferencia se puede corresponder con pagos a organismos internacionales).

El jueves llegó el posteo en la red social “X” del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, insistiendo en que mantiene conversaciones con el ministro argentino de Economía, Luis Caputo, y revelando que pidió a sus pares del G7 -los países más industrializados e históricamente críticos de Argentina en el directorio del FMI- que también acompañen en el salvataje a la administración de Javier Milei. Pero Bessent solo habló de un swap de monedas y no de fondos frescos, por lo que el impacto en el mercado se fue diluyendo y el día terminó con ventas estimadas del Tesoro del orden de los 180 millones de dólares.

En la última jornada de la semana, en el mercado estimaron que el Gobierno vendió otros 200 millones y acumuló unos 1.000 millones de dólares en la semana, la mitad de lo que se supone logró acumular con el plan de retenciones cero para la exportaciones del campo, que no llegó a los productores y que generó un gran malestar en el interior productivo.

El intento de salvataje de Georgieva

El posteo esta vez de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, comentando una conversación con Bessent llegó después del cierre del mercado y en un intento por generar tranquilidad durante el fin de semana en el que habrá reuniones de las que participará Caputo para definir la ayuda que recibirá Milei para sostener el plan económico hasta las elecciones legislativas del 26 de octubre.

“Muy buena llamada con Scott Bessent sobre la coordinación de apoyo para las reformas integrales de Argentina. Discutimos los extensos planes de EE. UU. para asistencia financiera, incluyendo el uso de las tenencias de DEG de EE. UU. Espero con interés las conversaciones con las autoridades argentinas en los próximos días”, publicó Georgierva.

El posteo tuvo destinatarios en los mercados pero también en el frente interno de la administración de Donald Trump, donde creció el malestar por el apoyo a Argentina mientras los productores de soja siguen sin vender el grano a China por la aplicación cruzadas de sanciones a partir de la guerra comercial que inició el presidente de Estados Unidos.