El gobierno de Javier Milei dio a conocer el cronograma de feriados y días no laborables correspondiente a noviembre de 2025, lo que generará un nuevo fin de semana largo en todo el país. El descanso abarcará desde este viernes 21 hasta el lunes 24 de ese mes, una oportunidad ideal para quienes planean una escapada corta o buscan un respiro antes del cierre del año. Sin embargo, no todo está claro a la hora de la planificación: este viernes será día no laborable y las empresas tiene una visión diversa sobre cómo abordarlos.
Este fin de semana extendido surge del traslado del Día de la Soberanía Nacional -que se conmemora el jueves 20 de noviembre- al lunes 24, en línea con la normativa que habilita mover ciertos feriados para promover la actividad turística. A su vez, el viernes 21 fue declarado día no laborable con fines turísticos, el tercero y último del año, luego de los establecidos en mayo y agosto.
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Pero es clave distinguir entre feriado y día no laborable: mientras los feriados tienen cumplimiento obligatorio en todos los ámbitos, los días no laborables quedan sujetos a la decisión de cada empleador. Para el viernes 21, si el trabajador presta servicios, recibe el salario habitual; si no trabaja, el día se considera libre sin necesidad de recuperación posterior, de acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo (20.744).
En Argentina, aunque ambos conceptos pueden modificar la rutina diaria, las diferencias legales entre un feriado y un día no laborable son relevantes, ya que el impacto en la actividad económica y en las obligaciones laborales no es el mismo. En este sentido, Milei dispuso mediante el decreto 1027/2024 -publicado en el Boletín Oficial- que el 2 de mayo, el 15 de agosto y el 21 de noviembre sean días no laborables con fines turísticos, en contraste con otros años.
No obstante, al tratarse de días no laborables y no feriados, la situación laboral cambia por completo y puede resultar desfavorable para los trabajadores. Según el decreto, esta decisión forma parte de “una política destinada a fortalecer el turismo interno”. A continuación, se detallan las características de cada tipo de jornada.
Tipos de feriados en Argentina
Feriados inamovibles: son fechas que se celebran siempre en el mismo día, sin importar en qué jornada de la semana caigan. Entre ellos figuran el 25 de mayo, el 9 de julio, el 1 de enero, el 20 y 21 de febrero (Carnaval), el 24 de marzo, el 2 de abril, el 7 de abril (Viernes Santo), el 1° de mayo, el 17 de junio, el 20 de junio, el 20 de noviembre, el 8 de diciembre y el 25 de diciembre.
Feriados trasladables: son fechas que pueden moverse al lunes siguiente para favorecer la industria turística y permitir descansos más extensos, como ocurre con algunos feriados religiosos o patrios.
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De acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo, quienes deban trabajar en un feriado deben percibir el doble de su salario diario habitual. Esta disposición busca garantizar el derecho al descanso y promover el respeto por las fechas conmemorativas.
En cambio, los días no laborables, aunque también establecidos por ley, no tienen carácter obligatorio. Su adhesión depende del empleador y suelen responder a celebraciones de carácter religioso o cultural. Por este motivo, cada empresa define si otorga o no el día libre a sus trabajadores.
¿Feriado o día no laborable? qué dicen las empresas
En diálogo con El Destape, el director de Professional, Digital & Enterprise de Randstad para Argentina y Chile, Alejandro Servide, sostuvo que el abordaje de los días no laborables "es relativamente nueva y hoy no existen indicadores estadísticos que permitan saber qué porcentaje de empresas los toma como feriado, cuáles los trabajan de manera normal y cuáles los gestionan de otra forma". Este medio consultó a distintas fuentes sindicales y tampoco poseían estudios al respecto.
"La implementación es muy diversa: algunas compañías los consideran un día laborable full, como cualquier otro; otras los consideran un feriado; y otras se ubican en un camino intermedio, con esquemas de medio día laboral", señaló Servide.
Hasta hace pocos años, la política del Estado era "incentivar el turismo a través de los feriados puente, por lo que la mayoría de las situaciones en las que se generaba un fin de semana extra largo se resolvían directamente reglamentando un feriado hecho y derecho", recordó. Por esta razón, las organizaciones "aún no tienen todavía demasiada gimnasia para analizar los pros y contras de trabajar o no trabajar en estos casos y, en general, terminan pesando factores culturales de la compañía, el tipo de actividad y el momento del negocio: hay empresas que, en picos de intensidad, entienden que no pueden perder un día de trabajo, y otras que, aun en picos de actividad, aprovechan este tipo de días para darle descanso a sus equipos".
"Sin dudas, el condicionante más duro que impacta en la decisión de cada compañía es el contexto económico y el margen que tenga cada organización para asumir el costo de un día no laborable o el costo ocioso de un día de no producción; cuando la compañía necesita subir productividad o está con problemas económicos, es más probable que la decisión sea trabajar", explicó Servide.
Según su mirada, un "tema de fondo" es el "descalce que se produce entre el sector privado, el sector público y, especialmente, el sistema educativo, porque en muchos casos el día es no laborable para los establecimientos educativos y no necesariamente para las empresas", lo que "obliga a las personas que trabajan a resolver qué hacer con los hijos que ese día no tienen clases y genera una tensión adicional en la conciliación entre la vida laboral y familiar".
