Crisis en Chubut: el stock ovino cayó más de 50% en 40 años

La mayor provincia lanera ahora solo tiene menos de 3 millones de ovejas. El estudio atribuye el derrumbe a la crisis del mercado lanero, las sequías y los desastres naturales.

26 de noviembre, 2025 | 12.34

La Patagonia argentina, históricamente sinónimo de extensos campos, enfrenta un drama productivo que diezmó su rebaño. Un informe reveló que la cantidad de ovejas existentes en la provincia de Chubut cayó a menos de la mitad en los últimos 40 años, convirtiendo lo que antes era una actividad económica central simplemente en una “actividad de nicho”.

El estudio “Análisis Histórico, Crisis Estructural y Situación Actual de las Existencias Ovinas en Chubut (1875-2025)”, realizado por el licenciado en Economía Agropecuaria Pedro Eugenio Sánchez, explica que “la producción ovina en Chubut experimentó un ciclo completo de expansión, consolidación y fuerte declive, influenciado directamente por factores económicos y ambientales”.

De esta manera, pasó de las primeras 47 mil cabezas del primer registro que data de 1895 (hace 130 años) a un pico máximo de 6.421.000 ovinos en 1978 (casi cinco décadas atrás). Sin embargo, ahora se ubica en menos de la mitad de esa cifra, con 2.979.864 cabezas registradas en 2025.

 “La serie histórica de existencias ovinas en Chubut refleja una profunda transformación productiva. El sector pasó de ser una potencia de volumen (6.4 millones de cabezas) a una actividad de nicho y de alta calidad (2.9 millones). La caída del 53,59% es la manifestación directa de la doble presión de una crisis económica global (con el colapso de los precios internacionales de la lana) y la vulnerabilidad ante desastres naturales y sequías”, plantea el autor en su trabajo. 

El cambio no fue gradual: la mayor pérdida de animales se concentró en los últimos 15 a 20 años. En esa línea, el gobierno de Javier Milei oficializó en junio de este año la eliminación de la Ley Nacional N° 25.422, conocida como Ley Ovina, a través del decreto 408/2025. La norma, que había sido sancionada en 2001, establecía un régimen de fomento para la producción ovina, promoviendo el desarrollo rural, la inversión en genética, infraestructura, y el acceso a créditos para pequeños y medianos productores. 

Desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) justificaron la decisión argumentando que "las condiciones que dieron origen a estos regímenes cambiaron de manera sustantiva", y que "resulta necesario avanzar hacia esquemas de fomento más integrales, flexibles y orientados a resultados".

Chubut se queda sin ovejas: cuáles son los factores

Sánchez identifica dos factores centrales detrás del retroceso del stock ovino. El primero es la crisis permanente del mercado lanero. El auge de las fibras sintéticas desplomó los precios internacionales desde los años 70, mientras que la intervención estatal de Australia entre 1987 y 1991 generó una sobreoferta masiva al liberar el stock acumulado, lo que hundió aún más la cotización de la lana.

Con valores bajos y exigencias de calidad crecientes, los productores quedaron obligados a invertir más para producir mejor, algo que muchos no pudieron sostener. Esto derivó en abandono de campos, pérdida de majadas y dificultades para sostener la rentabilidad.

El segundo factor es climático. La erupción del Hudson en 1991 cubrió de ceniza extensas zonas de pasturas, lo que aceleró la caída de las existencias. Las nevadas de 1994-95 sumaron mortalidad masiva y las sequías crónicas terminaron de reducir la capacidad de carga. Además, se nombra la presión de fauna silvestre, como guanacos y predadores, que compiten por los mismos recursos.

El informe sostiene que la provincia enfrenta ahora un escenario distinto: no busca recuperar el volumen perdido, sino asegurar la sostenibilidad económica y ambiental, con un enfoque en calidad de fibra y valorización de la carne. 

Pese a la contracción, Sánchez remarca que la actividad conserva vitalidad. En la zafra 2024 se exportaron casi 15.000 toneladas de lana limpia, con una calidad que mantiene a Chubut en la elite internacional. El estatus sanitario de la provincia sigue siendo un punto fuerte para acceder a mercados exigentes.

La lectura final del estudio apunta a un cambio de paradigma: la ganadería ovina dejó atrás el modelo basado en volumen para moverse hacia una producción más especializada, con menos cabezas pero mayor valor agregado. Ese escenario abre un debate sobre políticas de acompañamiento y estrategias de reconversión productiva en un territorio marcado por la historia lanera.